Egipto busca facilitar proceso de paz entre palestinos e israelíes
El canciller egipcio, Sameh Shoukry, confirmó este jueves que, de conjunto con sus pares franceses, jordano y alemán, explora vías para impulsar un proceso de paz dirigido a poner fin al conflicto israelo-palestino.
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El canciller egipcio, Sameh Shoukry.
Estamos trabajando para encontrar nuevas fórmulas que garanticen la participación de ambas partes en un proceso de paz, comentó el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shourky, tras una reunión en Ammán con sus homólogos de Francia, Jordania y Alemania.
Shoukry explicó que los cuatro países persiguen reforzar los esfuerzos destinados a conformar un territorio palestino independiente, basado en propuestas de arreglo previas.
Tal cita fue importante, pues estuvo centrada en hallar medios capaces de abrir canales de comunicación entre los dirigentes palestinos y el gobierno israelí, añadió citado por Ahram on line.
El Cairo –dijo– apoya la visión de dos estados con las fronteras anteriores a 1967, avalada por resoluciones de la Organización de Naciones Unidas, que consagra también el derecho de ese pueblo árabe a establecer su capital en Jerusalén oriental.
Todos estamos preocupados por el estancamiento de las negociaciones israelo-palestinas y tenemos que continuar con nuestras gestiones. Esta reunión es la octava de su tipo y trabajamos en ella para iniciar conversaciones serias rumbo a una paz justa, declaró el canciller jordano, Ayman Al-Safadi.
Las tensiones entre las partes volvieron a subir de tono este año luego de la promulgación del polémico Acuerdo del Siglo por el presidente estadounidense, Donald Trump, en virtud del cual los palestinos tendrían derecho a un Estado discontinuo, suerte de islas rodeadas por asentamientos judíos.
Además, concede a Tel Aviv el control sobre el Valle del Jordán y declara a Jerusalén, reivindicada por los dos lados, capital indivisible de (Israel).
El documento fue rechazado de plano por la Autoridad Palestina (AP), al igual que los tratos firmados por el gobierno sionista con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahrein para normalizar sus nexos.
La AP calificó de traición a su causa tales consensos por discrepar de la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, que condiciona la regularización de los lazos con Tel Aviv a su salida de los sitios ocupados (Cisjordania y la franja de Gaza), entre otras demandas.
En opinión de EAU dicho trato podría facilitar la implementación de la solución de los dos estados, avalada por Naciones Unidas, postura con la que coincide Manama y El Cairo.
Los dirigentes de las facciones palestinas decidieron superar desavenencias de décadas e integrar un frente unificado para poner fin a la ocupación, que provocó el desplazamiento de millares de personas, muchos de los cuales ansían retornar a su tierra.
Tal suceso pasó a la historia como la segunda Nakba a catástrofe, la primera ocurrió en 1948, cuando unos 800 mil fueron expulsados de sus lugares de origen.