Consejo de DD.HH. escenario de selectividad y manipulación política
Informes, comisiones investigadoras, grupos de trabajo y organizaciones no gubernamentales como punta de lanza fueron una vez más instrumentos de ataque contra Venezuela, Siria, Irán, Belarús, Cuba, Nicaragua, Rusia y China en las sesiones que comenzaron el 14 de septiembre y culminarán el miércoles con las decisiones y conclusiones del foro.
El 45 Período de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU entra este lunes en su recta final en un escenario de preocupaciones y críticas ante el uso del sensible tema de manera selectiva y politizada.
Sobre el órgano de 47 estados miembros ronda el fantasma del descrédito, el mismo que en 2006 hundió a su predecesora, la Comisión de Derechos Humanos, utilizada por potencias occidentales para agredir o denigrar a países soberanos dispuestos a defender su camino propio, una denuncia que volvió a escucharse con fuerza aquí.
Informes, comisiones investigadoras, grupos de trabajo y organizaciones no gubernamentales como punta de lanza fueron una vez más instrumentos de ataque contra Venezuela, Siria, Irán, Belarús, Cuba, Nicaragua, Rusia y China en las sesiones que comenzaron el 14 de septiembre y culminarán el miércoles con las decisiones y conclusiones del foro.
Como sucede año tras año en esta ciudad suiza, Cuba alzó su voz para abogar por la cooperación y el diálogo frente a la selectividad y la manipulación, en aras de salvar a un órgano importante del sistema de las Naciones Unidas, que debería caracterizarse por el multilateralismo y la solidaridad.
'El sistema de derechos humanos está en una profunda crisis financiera, evitemos que caiga, además, en una crisis insalvable de legitimidad y credibilidad', alertó en uno de los debates la diplomática cubana Lisandra Astiasarán.
De acuerdo con la representante de la isla, la amenaza viene desde posturas que promueven vínculos artificiales con el pilar de seguridad y agendas injerencistas, ajenas al mandato, la autoridad y el estatus del Consejo de Derechos Humanos.
Algunos países impulsan la solidaridad, pero otros incrementan las medidas coercitivas unilaterales, las agresiones y las amenazas de todo tipo, que constituyen flagrantes violaciones de los derechos humanos de pueblos enteros, subrayó.
Astiasarán rechazó que mientras unos defienden el sistema de derechos humanos como un espacio genuino para el dialogo y la cooperación, otros lo utilizan a su conveniencia como arma política contra terceros, incluso para promover abiertamente la desestabilización y el cambio de régimen.
También Venezuela utilizó por estos días la tribuna del Consejo para exigir el cese de las mentiras y del uso de una supuesta misión verificadora para agredirla, la cual hace el juego a la injerencia estadounidense.
El embajador Jorge Valero rechazó el informe presentado por la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos en Venezuela, a la que calificó de fantasma y de pertenecer al Grupo de Lima, una iniciativa creada para atacar a la Revolución Bolivariana.
De acuerdo con el diplomático, el Consejo tiene dos caminos, el de mantener la presencia de una Oficina del Alto Comisionado reconocida por la cooperación o el de seguir con la misión del Grupo de Lima, a la que acusó de actuar en sintonía con los planes intervencionistas del presidente Donald Trump.
En ese sentido, recordó que el órgano de 47 miembros tiene el mandato de garantizar la objetividad, la universalidad y la no selectividad en el tratamiento de los derechos humanos.
Por su parte, representantes de Siria e Irán repudiaron que los mismos que dicen tener preocupaciones por los derechos humanos promuevan guerras y acciones de terrorismo económico, como las que enfrenta el pueblo sirio desde 2011.