¿Biden será un alivio para Europa?
Europa dará un suspiro de alivio si Donald Trump deja la Casa Blanca, pero ¿qué traería Joe Biden?, se pregunta el sitio digital Euobserver.
Christoph von Marshall, del medio alemán, predice que la decepción seguirá a continuación, como sucedió en 2009 después de la elección de Barack Obama: "Cada lado espera que el otro lado cambie, para que pueda continuar con sus propias políticas", apunta el sitio Euobserver.
El riesgo es real.
Europa necesita definir o adaptar sus posiciones en muchas áreas. Muchos de estos ya se han debatido mucho, como las relaciones con China y Rusia o el gasto en Defensa.
Sin embargo, hay otra prioridad anunciada por Biden y que aún no se debate en Europa: la democracia.
En su campaña por el sillón presidencial, anunció que de asumir el cargo convocaría dentro de un año a una cumbre mundial sobre democracia para "renovar el espíritu y el propósito compartido de las naciones del mundo libre".
La reacción habitual de Europa sería participar a medias en esa reunión, mostrar sus numerosos proyectos de apoyo a la democracia, en los que se gasta tanto dinero, mientras se lamenta en privado: ¿por qué volver a hablar de democracia? ¿Estados Unidos insinúa más invasiones y cambios de régimen? ¿Qué tiene Estados Unidos que enseñar al mundo de todos modos después de la debacle de Trump?
Según Euobserver, los tiempos actuales son muy serios y la cuestión de la democracia es demasiado central para este siglo.
Si las fuerzas del autoritarismo siguen haciendo retroceder a la democracia al mismo ritmo que durante los últimos 10 años, nos estamos moviendo hacia tiempos aún más oscuros, apunta el portal.
La democracia es la cuestión subyacente de muchos retos de la política exterior de la Unión Europea (UE), ya sean China, Rusia o Turquía o la gobernanza de Internet. Lo sería aún más si Trump ganara un segundo mandato.
A juicio Euobserver la democracia sigue estando lejos de la estrategia de política exterior del viejo continente.
En el más reciente informe sobre la estrategia global de la UE, ese tema solo figura como uno más en las relaciones con África o en cómo lidiar con Estados frágiles.
El portal sugiere que el organismo integracionista debía incluir la democracia como parte central de su política exterior, tanto en casa como en el extranjero.
Y para que la tomen en serio, debía empezar por abordar los graves problemas de sus estados miembros, entre ellos los de Hungría y Polonia que brindan lecciones de cómo destruir instituciones democráticas con muchos estudiantes a la espera de graduarse.
Cualquier intento de pintar un cuadro diferente sería hipócrita, subraya Euobserver.