Siria coopera con la OPAQ e insta a sacar este expediente del círculo de manipulaciones políticas
El representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, reiteró que su país no ha utilizado ni utilizará armas químicas y ya no las posee, y está comprometido a cooperar con la Organización de la Prohibición de las Armas Química (OPAQ) y su secretaría técnica.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad celebrada por videoconferencia, Jaafari afirmó que Siria coopera para resolver todas las cuestiones pendientes relativas al expediente de armas químicas con el fin de cerrar el mismo definitivamente y sacarlo del círculo de manipulaciones políticas y desinformación mediática.
“A pesar de las difíciles circunstancias, Siria pudo cooperar con las Naciones Unidas y la OPAQ para cumplir con sus obligaciones”, remarcó.
Según el diplomático, Siria ha logrado, a pesar de las difíciles circunstancias por las que atravesó hace años, y a pesar de los graves desafíos que plantean las organizaciones extremistas y los terroristas transnacionales y sus operadores, ha logrado cooperar con las Naciones Unidas y la OPAQ para cumplir con sus obligaciones derivadas de su adhesión a la Convención de Armas Químicas en el año 2013.
Indicó que esa cooperación resultó en la destrucción de las instalaciones de producción relacionadas con el asunto.
El delegado sirio reiteró la condena de Siria al uso de armas químicas y otras armas de destrucción masiva y destacó la necesidad de preservar la naturaleza técnica, la credibilidad y la profesionalidad del trabajo de la OPAQ.
También denunció que los gobiernos de los países occidentales son directamente responsables del sufrimiento que los sirios han estado viviendo durante casi nueve años, debido a su participación directa en la guerra terrorista, política, económica y financiera contra Siria.
Reveló que Siria acoge actualmente una delegación de expertos e inspectores de la OPAQ que llegó hace dos días y permanecerá hasta el 24 de este mes.
El embajador Jaafari enfatizó que Estados Unidos, que ha presentado un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad contra Siria, es el único país que es parte de la Convención sobre Armas Químicas y que todavía posee enormes arsenales de esas armas desde la Segunda Guerra Mundial y se niega a destruirlas.