Militares y la comunidad de la Inteligencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le advirtieron que mantenga sin desclasificar información sobre Rusia que, según sus asesores, comprometería métodos de recolección y enfurecería a aliados clave, comenta The Washington Post.

Una intensa batalla sobre ese tema se desató dentro de la Casa Blanca en los días previos y posteriores a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. 

Trump y sus aliados quieren que la información sea pública, porque creen que refutaría afirmaciones de que el presidente ruso, Vladimir Putin, apoyó a Trump en 2016.

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Eso puede parecer historia antigua, pero para el mandatario norteño sigue siendo la zona cero, el momento en que comenzaron sus problemas políticos.

El mes pasado, la directora de la CIA, Gina Haspel, defendió la no divulgación de esas informaciones, porque se violaría así su promesa de proteger las fuentes y los métodos, precisó el diario capitalino.

Se dice que un grupo de senadores republicanos y demócratas intenta proteger a Haspel, aunque algunos temen que Trump aún pueda derrocarla.

Esta semana circularon rumores sobre el posible fin del mandato de Haspel, pero una fuente familiarizada con el asunto, apuntó que esos comentarios no lo avalaron el asesor de seguridad nacional, Robert C. O'Brien, y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows. 

Haspel también se reunió con el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (republicano por Kentucky), lo cual, al parecer, es otra señal de apoyo del Partido Republicano a la directora de la CIA.