Pompeo critica a Turquía por avivar tensiones en el Mediterráneo
Mevlüt Çavuşoğlu, ministro turco de Relaciones Exteriores, respondió al responsablizar a Pompeo de llamar a los aliados europeos e instarlos a unirse a Turquía, de ponerse ciegamente del lado de Grecia en los conflictos regionales y de negarse a vender a Ankara armas antiaéreas Patriot de fabricación estadounidense.
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Mike Pompeo (izquierda) critica a Turquía por avivar tensiones en el Mediterráneo
El secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Mike Pompeo, criticó a Turquía durante una reunión virtual de ministros de relaciones exteriores de la OTAN, acusando a ese país de avivar las tensiones con sus aliados en el Mediterráneo y de dar un regalo al Kremlin al comprar un sistema antiaéreo de fabricación rusa.
Mevlüt Çavuşoğlu, ministro turco de Relaciones Exteriores, respondió al responsablizar a Pompeo de llamar a los aliados europeos e instarlos a unirse a Turquía, de ponerse ciegamente del lado de Grecia en los conflictos regionales y de negarse a vender a Ankara armas antiaéreas Patriot de fabricación estadounidense.
El canciller también acusó a Estados Unidos de respaldar a las "organizaciones terroristas" kurdas en Siria, mientras que Turquía luchaba contra el Estado Islámico (Daesh).
Además, insistió en que Estados Unidos y Francia habían empeorado un conflicto en Nagorno-Karabaj al respaldar a Armenia en una guerra que Azerbaiyán ganó con apoyo militar turco.
El fuerte enfrentamiento por videoconferencia, confirmado por múltiples delegaciones aliadas, se produjo cuando Pompeo asistía a lo que probablemente fue su última reunión de ministros de relaciones exteriores de la OTAN en nombre del presidente Donald Trump.
La cita tuvo por objeto centrarse principalmente en un nuevo informe sobre la forma en que la OTAN debería adaptarse para el próximo decenio. Algunos diplomáticos especularon que Pompeo estaba usando su última reunión para inflamar las tensiones que podrían dificultar la vida de la administración entrante del demócrata Joe Biden.
El nuevo informe, realizado por un grupo de expertos externos, fue encargado después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, se quejara el año pasado de los conflictos entre los aliados, incluyendo Turquía, diciendo que la alianza estaba experimentando "muerte cerebral".
El documento insta a los aliados a "comprometerse con un código de buena conducta" y "considerar el establecimiento de un Centro de Excelencia para la Resistencia Democrática dedicado a proporcionar apoyo a los aliados individuales".
Varios aliados respaldaron a Pompeo al hablar en contra de Turquía, incluyendo el Ministro de Asuntos Exteriores francés Jean-Yves Le Drian, quien denunció el comportamiento de Ankara y dijo que la cohesión dentro de la alianza sería imposible de lograr si Turquía imitaba el intervencionismo agresivo de Rusia.
Al final de la reunión, quedó claro que Turquía estaba prácticamente aislada entre los 30 miembros de la alianza. Un renovado llamamiento de Çavuşoğlu para que la OTAN asumiera un papel en la guerra civil de Libia fue rechazado por los otros aliados, que han acusado a Turquía de exacerbar el conflicto enviando armas y mercenarios para apoyar al Gobierno del Acuerdo Nacional con sede en Trípoli.
Después de que Çavuşoğlu acusara a Pompeo y a los EE.UU. de adoptar una posición maximalista a favor de Grecia en relación a los conflictos en el Mediterráneo Oriental, el ministro de Asuntos Exteriores griego, Nikos Dendias, respondió diciendo que si la posición griega es maximalista, "también lo es el derecho internacional".
Turquía ha estado en feroz conflicto con otros aliados durante años, pero también ha demostrado ser el miembro de la OTAN más asertivo militarmente, y particularmente adepto a lograr sus objetivos con poder duro.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, intercedió no sólo en Libia, sino también en Siria, donde él y el presidente ruso Vladimir Putin moldearon en gran medida el resultado que ha mantenido a Bashar al-Assad en el poder.
Lo que es más dramático, Turquía ayudó a Azerbaiyán a lograr la victoria en su conflicto de tres decenios con Armenia sobre Nagorno-Karabaj, en el que Bakú reclamó franjas de territorio.
Según los diplomáticos de la OTAN, Çavuşoğlu tenía un mensaje mixto sobre Alemania, alabando a Berlín por actuar como "intermediario honesto" en el intento de mediar en los conflictos del Mediterráneo, pero también acusando a los alemanes de "piratería" por un incidente en el que las fuerzas navales alemanas interceptaron y abordaron un barco turco sospechoso de tráfico de armas. Los alemanes actuaban en el marco de una misión de control de armas dirigida por la Unión Europea.
En una conferencia de prensa, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, eludió una pregunta sobre el brusco intercambio entre Pompeo y Çavuşoğlu, y en su lugar señaló que un "mecanismo de desconflicción" de la alianza había ayudado a aliviar el conflicto entre Atenas y Ankara.
"Hemos visto que el mecanismo de desconflicción ha ayudado a reducir el riesgo de incidentes y accidentes", entre los ejércitos griego y turco, dijo Stoltenberg. Pero añadió, "no está resolviendo el principal problema subyacente".
Eso, dijo, dependería de un esfuerzo de mediación liderado por Alemania, y "la voluntad política de Grecia y Turquía".