Por medio de un comunicado, Hizbullah consideró que "la declaración de normalización llega en el contexto de la sucesiva caída que algunos países árabes empezaron a descartar la causa palestina". Señaló que "la sumisión de estos regímenes al chantaje norteamericano y sionista para lograr ganancias o levantar  sanciones no es más que ilusiones".

El comunicado enfatizó que estos regímenes "pronto descubrirán que solo han cosechado desilusiones y que sus países se han visto expuesto al enemigo israelí". Subrayó que "la verdadera apuesta está en el pueblo marroquí libre que resistió el colonialismo francés y en todos los pueblos de nuestra honorable nación".

"Son los pueblos de la nación los que derrocarán todos los acuerdos traicioneros, y que serán un fuerte apoyo para el pueblo palestino que se resiste", reza la nota.

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Anteriormente, las facciones de la resistencia palestina condenaron el acuerdo de normalización marroquí con (Israel). Expresaron que este acuerdo "es una recompensa a la ocupación por sus crímenes contra nuestro pueblo y nuestra nación".

Los medios israelíes revelaron que el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, estaba participando en las conversaciones con el rey de Marruecos e influyó en la decisión de reanudar las relaciones con (Israel).

El primer ministro del gobierno de ocupación israelí, Benjamín Netanyahu, describió el acuerdo de normalización con Marruecos como histórico.

Por su parte, la Corte Real de Marruecos dijo que Estados Unidos abrirá un consulado en el Sahara Occidental en el marco del acuerdo con (Israel).

El jueves, el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Marruecos e (Israel) habían llegado a un acuerdo para normalizar las relaciones entre ellos, y agregó que había "firmado una declaración reconociendo la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental".