Arranca carrera para presidenciales francesas de 2022
Las elecciones presidenciales francesas comenzaron a tomar forma con el anuncio de algunas candidaturas y posiciones políticas, en un año marcado por la pandemia de la Covid-19 y sus consecuencias.
El reloj imaginario ya realiza el conteo regresivo para el 8 de abril de 2022, y a medida que se acerca la fecha, aumentan las expectativas y la certeza de que al margen de la evolución de la crisis sanitaria, su manejo e impacto socio-económico serán temas dominantes de cara a la cita en las urnas que convocará a casi 48 millones de ciudadanos.
Aunque queda mucho camino por recorrer en la ruta hacia el Palacio del Elíseo, no pocos expertos y encuestas dan crédito a una reedición del balotaje de 2017, cuando el líder de la República en Marcha, Emmanuel Macron, derrotó con holgura a la máxima representante de la extrema derecha, Marine Le Pen, después de que en la primera vuelta ningún contendiente llegara a 25 por ciento de respaldo.
Le Pen se robó la arrancada en términos deportivos, al anunciar su candidatura a mediados de enero, decisión sin mucha ventaja o peso en la opinión pública, sobre todo en un año dominado por la Covid-19.
Distanciada en parte con su discurso de las posturas radicales de su padre, Jean-Marie Le Pen, la diputada por el departamento de Paso de Calais y pretendiente también en 2012 intenta seducir a electores tanto de derecha como de izquierda, con una invitación a todos los franceses al margen de sus orígenes partidistas, pero genera dudas con sus posiciones nacionalistas, contrarias a la inmigración y euroescépticas.
En su caso, Macron no anunció durante el año la intención de optar por otros cinco años en el Elíseo, y más bien sembró en diciembre dudas sobre su participación en la liza, declaraciones que algunos ven con recelo, al sugerir una estrategia del hábil político para presentarse como víctima en medio de un escenario multicrisis.
'No preveo, ni excluyo nada. Tal vez no pueda ser candidato', señaló al portal en línea Brut, dejando entrever un paso similar al de su predecesor en el cargo, el socialista François Hollande.
El jefe de Estado esgrimió la tesis del fuerte rechazo que generan en la opinión pública las medidas para enfrentar los desafíos socio-económicos causados por la Covid-19, acciones que calificó de 'exigidas por las circunstancias'.
Si yo opto por pensar como un candidato, corro el riesgo de no tomar las mejores decisiones y de no estar a la altura del momento en un contexto inédito, acotó.
Macron, Le Pen y el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, constituyen sin dudas los aspirantes más citados en la prensa a la hora de abordar el panorama para las presidenciales de 2022, tres protagonistas de la primera vuelta de 2017 con muchos seguidores y también muchos críticos.
Mélenchon anunció el 8 de noviembre su entrada en la carrera presidencial, el primero en hacerlo desde la izquierda y la tercera ocasión en la que aspira al puesto, con un buen resultado en los anteriores comicios, en los que el político de 69 años y diputado por Bocas del Ródano culminó en el cuarto lugar en la ronda inicial, a unos 600 mil votos de Le Pen, quien terminó segunda y avanzó al balotaje con Macron.
Tengo experiencia, un programa de gobierno y una plataforma de apoyo, comentó a algunos medios extranjeros, entre ellos Prensa Latina, durante un encuentro en la Asamblea Nacional.
El dirigente de LFI ya adelantó algunas prioridades de campaña y de una eventual gestión presidencial, entre ellos los combates a la pobreza y por una vivienda digna, y la búsqueda del control ciudadano sobre la actuación policial, en aras de evitar actos de violencia contra civiles.
De hecho, Mélenchon fue el primer contendiente en iniciar la campaña electoral el 28 de noviembre mediante una presentación virtual novedosa.
Utilizó el recurso tecnológico de la Realidad Aumentada, en la cual propuso convocar una asamblea constituyente, si llega al poder, y afirmó que el país vive 'en un régimen autoritario, ante el cual urge desmontar todos los mecanismos que conducen a los abusos que conocemos'.
Otros candidatos
La lista de aspirantes está lejos de parecerse a la definitiva, e incluye además al presidente de la región Alta Francia, Xavier Bertrand, y al fundador del partido Francia de Pie, Nicolas Dupont-Aignan, así como a otros con menos opciones de atraer votantes: los diputados Jean Lassalle y Joachim Son-Forget y el dirigente del venido a menos Movimiento de los Chalecos Amarillos, Eric Drouet.
Bertrand tomó distancia del partido de la derecha tradicional Los Republicanos y declaró al diario Le Parisien tener condiciones para competir por el Elíseo en representación de lo que calificó de 'una derecha social, popular y capaz de reunir, distanciada de manera firme de la extrema derecha'.
Por su parte, Dupont-Aignan recordó sus dos candidaturas previas y apeló a la necesidad de alternativas, al esgrimir que encuestas sugieren un rechazo mayoritario de los franceses a un nuevo duelo Macron-Le Pen.
Particular atención genera el sector de los ecologistas, después de sus buenos resultados en las parlamentarias de 2019 y en las municipales de este año, en las que con apoyo de la izquierda triunfaron en las importantes ciudades de Marsella, Lyon, Burdeos, Estrasburgo y Tours.
Los considerados ganadores de los comicios locales representan una fuerza a tener en cuenta, y entre sus figuras presidenciables se mencionan el eurodiputado Yannick Jadot, y la responsable del partido Europa Ecología Los Verdes (EELV), Sandrine Rousseau, mientras el alcalde de Grenoble, Eric Piolle, indicó que tomará una decisión en la primavera.
EELV ya señaló la existencia de una hoja de ruta de cara al 2022, iniciativa que incluye la realización de una elección primaria en el verano de 2021 y la designación de un candidato a finales de septiembre del año próximo.
En un comunicado, la organización con creciente protagonismo político precisó que compartirá con otras fuerzas su proyecto, siempre sobre la base de los valores ecologistas.
El primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, abogó de manera reiterada por una propuesta única desde la izquierda, sin que tuviera respuesta concreta en el amplio espectro de esa opción política.
Faure manifestó tras el éxito ecologista en las municipales, la posibilidad de secundar a un aspirante verde, pero el panorama cambió con la hoja de ruta anunciada por el EELV, la oficialización de la entrada en la liza de Mélenchon y la falta de un camino conocido entre los socialistas con la mira en las presidenciales.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien no ha confirmado ni descartado su participación, se menciona como una propuesta de peso del PS y para unir a la izquierda, un objetivo ante el cual Mélenchon se declaró listo, aunque admitió que se trata de una meta bien compleja y con escasos antecedentes.
Tampoco la derecha aparece con un futuro claro, y los expertos la sitúan aún en un escenario de recomposición desde 2017.
En ese contexto, el presidente del Senado, Gérard Larcher, y el presidente de LR, Christian Jacob, llamaron a un sistema interno de selección, sin utilizar la palabra 'primarias', a menos que surja 'naturalmente' un candidato competitivo entre los interesados.
Cuando termine el 2020 quedarán poco más de 15 meses para la primera vuelta de las presidenciales, por lo cual todavía hay tiempo para que la lista de aspirantes tome forma y nuevas alianzas reafirmen o no la tesis de un segundo duelo Macron-Le Pen, el cual tanto la izquierda como la derecha tradicional pretenden impedir.