Apoyo de Biden a Guaidó vendría con cambio de estrategia de EE.UU. contra Venezuela
el nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, como el consejero de Seguridad Nacional, Jacob Sullivan, han defendido en varias ocasiones en el pasado la utilidad del régimen de medidas coercitivas contra Venezuela.
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Opositor venezolano Juan Guaidó y el presidente Donald Trump
Acorde a diversos medios, que señalan a “fuentes” vinculadas al pretendido gobierno paralelo en Venezuela liderado por el golpista Juan Guaidó, la entrante administración de Estados Unidos habría invitado al “embajador” Carlos Vecchio a la toma de posesión de Joe Biden.
La presunta invitación no ha sido confirmada por vocerías “oficiales” del gobierno fake, como tampoco por la hoy extinta Asamblea Nacional (AN) en desacato que daba supuesto piso político a Guaidó, comenta un amplio artículi publicado en el sitio digital Misión Verdad.
Sin embargo, diversos medios y periodistas que han aupado el liderazgo artificial del ahora exdiputado, han referido que dicha invitación es un hecho y que implica la “continuidad” de la Administración Biden de la estrategia impulsada por Trump contra Venezuela.
De efectuarse la asistencia de Vecchio a la toma de posesión de Biden, guardaría clara congruencia con la trayectoria que han tenido los líderes demócratas, especialmente en el Congreso estadounidense, al respecto del reconocimiento del gobierno fake en Venezuela.
En efecto, a inicios de 2019 los demócratas en el Congreso avalaron el reconocimiento de Guaidó y han sostenido igualmente un respaldo a las medidas coercitivas y unilaterales que Washington ha impulsado para, mediante la “máxima presión”, desmantelar al chavismo y a las instituciones venezolanas.
En el marco de la diatriba política estadounidense y en el preludio de las elecciones presidenciales, algunos demócratas en el Congreso apuntaron a la estrategia de Trump declarándola como fallida.
El periplo político venezolano, signado por la continuidad del chavismo en el poder e igualmente por el agotamiento del propio gobierno fake y sus promotores en conseguir sus objetivos, habrían propiciado que los demócratas se desmarcaran.
De esta manera, podría considerarse la posibilidad de que algunos alejamientos en el discurso de los demócratas al respecto de la política de Trump, podrían considerarse coyunturales, instrumentales y apropiados para cuestionar la “efectividad” de su política exterior. Solo eso y nada más.
Para los demócratas, no hay un cambio medular de posición con respecto al cuadro de agresiones contra Venezuela.
De hecho, podría considerarse al último gobierno demócrata, el de Barack Obama, como uno de los más agresivos y diligentes en la aplicación de las llamadas “sanciones” como mecanismo para “torcer el brazo” de gobiernos en todo el mundo, siendo autores de medidas de este tipo contra países como Rusia, Siria y China.
En efecto, el marco legal fundamental que de manera espuria al derecho internacional fue levantado para legitimar medidas contra Venezuela, tiene autoría en el gobierno de Obama con apoyo bipartidista a finales del año 2014 y en el 2015, mediante la declaración de Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad” de Estados Unidos.
Es indispensable agregar que el nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, como el consejero de Seguridad Nacional, Jacob Sullivan, han defendido en varias ocasiones en el pasado la utilidad del régimen de medidas coercitivas contra Venezuela.
Lo anterior indica que la lógica de los demócratas en el gobierno no se distancia de las acciones de sus predecesores.
El presidente electo de Estados Unidos, ha aclarado en varias ocasiones que seguirá la presión hacia el Gobierno legítimo de Venezuela, pero todavía no está claro qué tan incondicional será la ayuda que le ofrecerá a una oposición venezolana fragmentada, inmersa en acusaciones de corrupción y más cercana al mandatario saliente.