¿Cómo la reconciliación del Golfo representa una condición necesaria para la normalización con "Israel"?
La razón principal de todo esto es que los acuerdos de "paz" o "normalización" no tienen valor, si no van acompañados y fortalecidos de proyectos económicos conjuntos.
Tras tres años y medio de distanciamiento, Arabia Saudí y Qatar se reunieron este martes en el territorio del Reino, en el marco de la reunión de países del Consejo de Cooperación del Golfo, para culminar los esfuerzos de reconciliación que ha realizado Kuwait entre los dos países, luego de que Qatar cancelara todas las demandas que había presentado contra Arabia Saudí y sus aliados. Por otro lado, Arabia Saudita y sus aliados, Egipto, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos anularon las medidas de boicot y bloqueo contra Qatar.
Esta reconciliación también incluyó la firma de un acuerdo entre los países participantes que garantiza "la solidaridad y la estabilidad en el Golfo".
Entonces, ¿Cuál es el papel de Estados Unidos en la crisis y al mismo tiempo en la reconciliación? ¿Se considera lo sucedido un preludio para la normalización con "Israel"?
Desde que se intensificó el conflicto entre Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Bahréin y Egipto por un lado y Qatar por otro, y acusar a este último de apoyar el terrorismo en la región, es decir, los Hermanos Musulmanes, e interferir en los asuntos internos de otros países, estos países les impusieron un bloqueo y boicot, y cerraron las fronteras terrestres y aéreas ante el transporte qatarí, lo que lo llevó a Qatar a un acercamiento con Irán y Turquía, hecho que aumentó el nivel de tensión con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos hasta el punto que estos dos países amenazaron a Qatar de lanzar una guerra contra ella.
Por su parte, John Bolton, el asesor de Trump en aquel momento, dijo en octubre de 2017 que la administración de Trump había recibido de Arabia Saudita una lista de trece elementos antes que el reino declare esta lista contra Qatar, la cual EE.UU. la ha aceptado completamente, y esto confirma que Estados Unidos estaba manejando la crisis entre Arabia Saudita y Qatar durante todo este período.
No hay duda de que la crisis causó grandes pérdidas materiales a Qatar, especialmente al comienzo, ya que el crecimiento económico se estancó en el primer año de la crisis, mientras, Turquía e Irán se beneficiaron del de Qatar cuando se dirigió hacia ellos como alternativa a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, y esto perturbó a Arabia Saudita cada vez más.
Entonces, ¿Por qué Arabia Saudita aceptó esta reconciliación sin cumplir ninguna de las condiciones que había impuesto a Qatar durante los últimos tres años y medio?
No hay duda de que la creciente relación entre Qatar, por un lado, e Irán y Turquía, por otro lado, no era al favor de Arabia Saudita, especialmente porque este último ve a Irán como el enemigo número uno que apoya a Siria, Hizbullah e interrumpe los proyectos saudíes y emiratíes en el Medio Oriente, asimismo Arabia Saudita considera a Turquía como una amenaza peligrosa debido a las ambiciones otomanas del presidente Erdogan.
Sin embargo, lo que sucedió recientemente de cambios en la presidencia estadounidense, y lo que sucedió antes de eso durante el año pasado en cuanto a la "normalización" de las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos por un lado, e "Israel" por otro lado, con el poder de la potencia estadounidense sobre estos regímenes afiliados y bajo los auspicios y el estímulo de los saudíes, y los proyectos económicos y las alianzas estratégicas de seguridad que implica esta "normalización", que sirven a los intereses saudita-estadounidense-israelí para volver a dibujar el mapa de Oriente Medio, todo esto lleva a que Arabia Saudita sea una parte oficial en el proceso de normalización, no solo un patrocinador.
La razón principal de todo esto es que los acuerdos de "paz" o "normalización" no tienen valor, si no van acompañados y fortalecidos de proyectos económicos conjuntos, como inversiones conjuntas en desarrollo tecnológico, Internet y redes cibernéticas, etc., y el establecimiento de infraestructura complementaria, como calles, ferrocarriles, líneas de suministro y transporte de petróleo y gas, que une las fuentes de petróleo del Golfo y las costas israelíes, además establecer alianzas militares e intercambiar información de seguridad contra un enemigo común.
Todo ello constituye garantías para la transformación de esta "normalización" de la tinta sobre el papel a un acto inevitable sobre el terreno, incluso si supera o sigue violando los derechos internacionalmente legítimos del pueblo palestino.
Por lo tanto, los israelíes y los estadounidenses ven que la unión de Arabia Saudita y Qatar al menos a corto plazo, sin excluir a Iraq, Omán y Kuwait a largo plazo, como una tarea imperativa para asegurar el éxito de su plan para crear un "Nuevo Oriente Medio" en el que "Israel" será la potencia política, económica y militar dominante. Más bien como un agente de Estados Unidos en Oriente Medio, o incluso como una alternativa a EEUU en esta zona del mundo.
En este contexto, el comentarista israelí Barak Rafid escribió el 4 de diciembre de 2020 en el periódico (“Al-La” Al-Abri) que la visita que Kouchner realizó a principios de diciembre de 2020 a Arabia Saudita, y luego a Qatar, tenía como objetivo incentivar la reconciliación entre los dos países. . Rafid citó a fuentes estadounidenses de alto rango diciendo que "la reconciliación deseada afectará en el proceso de normalización con Israel", porque este último "hasta ahora se ha abstenido de avanzar en la normalización con Qatar, por temor a una reacción de parte de Arabia Saudita".
A partir de aquí, entendemos que la "normalización" de Arabia Saudita con "Israel" está vinculada también a la normalización de Qatar, porque si en el caso que Qatar se quedará fuera del círculo de normalización, este país árabe con la ayuda de sus aliados, como Irán y Turquía, pueda criticar la posición de Arabia Saudí e incitar a grupos dentro de Arabia Saudita contra el régimen.
Mientras, observadores de la situación consideran que Bin Salman quiere posponer la normalización con "Israel", para que tenga una carta que pudiera presentar a la administración Biden, que tiene mejores relaciones con Qatar y su emir que las relaciones del Reino él, y esto puede causarle incomodidad, si no tiene papeles sólidos en sus manos para presentar a la nueva administración.
Por su parte, el periódico israelí "Makor Rishon", citó a un funcionario saudí el 5/1/2021 diciendo que "el miedo a los nuevos entendimientos de la administración Biden con Irán con respecto al proyecto nuclear es el principal impulsor de esta reconciliación".
A partir de aquí, se puede decir que Arabia Saudita necesita establecer un frente único del Golfo "solidario", en el cual Qatar estará bajo el control del Golfo, y lejos de la influencia turca y al mismo tiempo aliada a "Israel" frente a Irán. Este frente presenta a la nueva administración estadounidense demandas unificadas para continuar el proceso de "normalización" por un lado, a cambio de enfrentar a Irán por el otro.
Sin embargo, según muchos observadores, incluidos los saudíes, el tema de la "normalización" entre "Israel" y Arabia Saudita sigue siendo lejano, es decir, no se mencionara antes de que Trump abandone la Casa Blanca por varias razones:
La primera razón es que la normalización es una carta en manos de Bin Salman, y no puede usarla mientras el Rey Salman esté vivo, por lo que no es a su favor quemarla antes de tiempo, debido a que el Rey Salman no acepta saltar por encima de la iniciativa árabe a la que se compromete mientras esté vivo.
Mientras, la segunda razón es que Arabia Saudita es el país de los lugares islámicos sagrados, y no debería firmar un acuerdo de "normalización" con quienes ocupan la mezquita de Al-Aqsa y Palestina antes de debilitar a las fuerzas islámicas que se le oponen al régimen saudita en el extranjero y el interior.
Desde aquí, Arabia Saudita, los Emiratos y Estados Unidos están haciendo grandes esfuerzos para presionar a los países islámicos y no del Golfo, como Marruecos, Malasia, Indonesia y Pakistán, para que se embarquen en el convoy de "normalización".
En resumen, el nuevo proyecto de Oriente Medio representado por la caravana de la "normalización" islámica y del Golfo Árabe con "Israel" sigue siendo deficiente a menos que existan proyectos económicos y de seguridad, como se ha mencionado anteriormente, y esto no es posible a menos que la normalización con Arabia Saudita y Qatar se lleve a cabo de manera conjunta, y esto requiere reconciliación entre ellos.
Esta reconciliación fue liderada por Kuwait, pero dirigida y ordenada por Estados Unidos. Así como Estados Unidos manejó la crisis entre las dos partes y dio luz verde al documento de las trece condiciones, también logró la reconciliación renunciando a este documento sin mencionarlo.
En conclusión, todo esto es parte del objetivo estratégico más importante, que es crear un nuevo Medio Oriente que garantice la hegemonía israelí bajo los auspicios de Estados Unidos.