¿Seguirá Biden la misma política de Obama?
Dada la gran cantidad de altos funcionarios del presidente electo Joe Biden veteranos del gobierno de Barack Obama, hay una pregunta más interesante: ¿Qué estrategias de esos ocho años deberían relanzarse o descartarse?, pregunta The Washington Post.
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¿Seguirá Biden la misma política de Obama?
Aun así, una parte de la política de Obama hacia Irán resultó inviable, y se deriva de uno de sus mayores errores.
Con escasa experiencia en asuntos exteriores antes de convertirse en presidente, Obama argumentó que el "compromiso" de Estados Unidos con los regímenes adversarios podría disminuir su hostilidad e incluso hacer que se liberalicen internamente, sin la necesidad de las revoluciones o invasiones favorecidas por los neoconservadores de George W. Bush.
Obama probó esta doctrina en Myanmar (o Birmania) y Cuba, así como en Irán.
Los resultados no dieron los resultados esperados, estima el diario capitalino, pues tras levantar sanciones estadounidenses y restablecer relaciones con Cuba y los generales de Myanmar, ninguno de esos dos países imitó el modelo norteamericano de democracia.
El ejército birmano permitió que la líder de la oposición Aung San Suu Kyi formara un gobierno civil después de elecciones y luego lanzó una campaña genocida contra la minoría rohingya mientras ella se quedaba al margen y vitoreaba.
Cuba liberó a presos políticos, pero después detuvo a algunos de ellos, recuerda el Post.
Si bien argumentó correctamente que el acuerdo nuclear de Irán valía la pena, Obama creía que podría llevar al régimen a adoptar "un camino diferente, pero nunca estuvo cerca de hacerlo, incluso antes de la campaña de presión de Trump".
Para los veteranos de Obama con Biden, la respuesta lógica a esos fracasos sería una apreciación más realista y dura de los desafíos planteados por los adversarios de Estados Unidos, incluidos China y Rusia, así como los más pequeños de Irán y Cuba.
Deben abordarse donde los acuerdos sobre armas o clima son de interés para los Estados Unidos, pero abandonar las ilusiones sobre el potencial de sus regímenes para una evolución positiva a través de la persuasión de Estados Unidos.
Blinken y Sullivan parecen entender esto. El foco del "compromiso" del próximo gobierno de Biden, han dicho ellos, debía ser con otras democracias, que necesitan ser reforzadas y unidas a estrategias que les permitan competir y sobrevivir a los dictadores.
Dado el daño que Trump ha hecho a la democracia estadounidense, el nuevo equipo comenzará en un hoyo. Pero es la forma correcta de actualizar el Obamaismo para una nueva era.