Gobierno de Biden publicará informe clasificado sobre asesinato de Khashoggi
La publicación del informe sobre el asesinato de Jamal Khashoggi podría llevar a nuevos mínimos las ya tensas relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita, anticipa The Washington Post.
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Gobierno de Biden publicará informe clasificado sobre asesinato de Khashoggi
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, está a punto de publicar un informe que concluye que el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, ordenó el asesinato del periodista en octubre de 2018.
La próxima semana la Oficina del Director de Inteligencia Nacional difundirá ese análisis, según The Washington Post, basado en personas familiarizadas con el asunto.
Las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita cayeron a un nuevo mínimo en las últimas semanas, con la cancelación por Washington de venta de armas, críticas por abusos de derechos humanos y el acoso a los disidentes, y la promesa de recalibrar los lazos con el reino.
El gobierno de Biden aseguró que mantendrá el suministro militar a Arabia Saudita, el mayor cliente mundial de armamento estadounidense, para defenderse de adversarios regionales, incluidos Irán y los rebeldes hutíes en Yemen.
Pero también ha dejado en claro que, a diferencia de su predecesor, presionará para que se ponga fin a la guerra en Yemen y modere su extremismo, y no permitirá a Riad involucrarse en los planes de reunirse con Irán para abordar el tema nuclear.
En lo que se ve un desaire, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, comunicó que el presidente Biden, aún no conversó con los gobernantes sauditas y no hablará con el príncipe heredero, conocido como MBS, el líder de facto del país.
“La contraparte del presidente es el rey Salman", el anciano padre del príncipe heredero, dijo, "y espero que, en el momento apropiado, Biden tenga una conversación con él".
Publicar el informe Khashoggi puede convertirlse en un intercambio tenso
"Creo que pondrá a Biden en un aprieto", dijo David Ottaway, un experto en temas sauditas del Wilson Center.
"Tendrá que definir cuál será su relación con el liderazgo y qué pasos dará en respuesta.
Hay tantas cosas que pesan sobre la relación, y siento que va más al sur", dijo Ottaway.
El presidente Donald Trump convirtió a Arabia Saudita en un eje de su política en Medio Oriente.
Al elegir a Riad como destino de su primer viaje presidencial al extranjero en 2017, elogió al reino como líder del mundo musulmán y un importante generador de ganancias para la industria norteamericana de defensa.
Khashoggi, un periodista saudita autoexiliado que criticó el liderazgo del reino desde su casa en Virginia, incluso en columnas para The Washington Post, fue brutalmente asesinado en octubre de 2018.
Atraído al consulado saudita en Estambul para recoger el papeleo necesario con vistas a su próximo casamiento, fue drogado y su cuerpo desmembrado por agentes sauditas, según investigaciones del gobierno turco y Naciones Unidas.
Las sospechas recayeron de inmediato sobre el ambicioso heredero al trono saudita, que estaba consolidando su poder dentro de la familia real.
Pese a que Riad afirma que no estuvo involucrado, la CIA concluyó, en una evaluación filtrada más tarde ese año, que Mohammed Bin Salman ordenó el asesinato.
Trump descartó las conclusiones de su propio servicio de inteligencia, describió el asesinato de operación deshonesta y protegió al príncipe heredero.
Hablando de MBS, se jactó en una entrevista con Bob Woodward de que había "salvado el trasero" de los intentos del Congreso de responsabilizarlo con el crimen.
A principios de 2019, el Congreso aprobó una ley que dio al gobierno de Trump 30 días para presentar un informe no clasificado de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) con “una determinación y evidencia respecto al conocimiento previo y el papel de cualquier funcionario actual o exfuncionario de Arabia Saudita sobre la dirección, ordenación o manipulación de pruebas en el asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi".
Trump ignoró ese mandato
En julio, el director de Inteligencia Nacional John Ratcliffe, al responder a solicitudes adicionales de los legisladores, dijo que no recibirían nada.
Después de una revisión adicional, escribió que había llegado a la conclusión de que "la divulgación de detalles adicionales sobre el asesinato de Khashoggi socavaría las fuentes y los métodos de inteligencia estadounidenses".
Al mismo tiempo, Ratcliffe sostuvo: "He determinado que solo hay un argumento marginal de 'interés público' para esta desclasificación".
En la audiencia de confirmación de Avril Haines para convertirse en directora de inteligencia nacional de Biden, el senador Ron Wyden (D-Ore.) preguntó si publicaría el informe de ODNI.
“Sí, senador. De hecho, seguiremos la ley”, respondió Haines.
Wyden declaró que “después de cuatro años de que Donald Trump ignorara y permitiera la anarquía saudita, el presidente Biden adoptó medidas para poner fin al apoyo a la horrible guerra liderada por Arabia Saudita contra Yemen y cumplir la ley sobre el asesinato de Jamal Khashoggi. Insto a la administración a aprovechar esos pasos e imponer consecuencias reales a los funcionarios sauditas por esos y otros abusos", acotó.
Incluso sin la determinación de Haines y la presión del Congreso, los esfuerzos para forzar la liberación del informe Khashoggi está en manos de la corte federal en el Distrito Sur de Nueva York.
El primero de los dos casos presentados por la Open Society Justice Initiative en virtud de la Ley de Libertad de Información es una solicitud amplia de 2019 de "todos los registros" relacionados con el asesinato y quién fue el responsable, incluido el informe clasificado de la CIA.
Algunos expertos creen que, si ambas partes están dispuestas y se persigue una diplomacia matizada, aún pueden encontrar la manera de trabajar juntos de manera productiva.
"Una vez que se publique el informe, y sea muy condenatorio para el príncipe heredero, será tenso", dijo Karen Young del American Enterprise Institute en una entrevista.
“Pero creo que todo el mundo ha tenido en cuenta eso. Todos entienden que esta fue una decisión con la que él tuvo algo que ver".
La primera orden del día ahora, dijo, es restablecer "canales de comunicación apropiados" casi abandonados por Trump, quien dejó la mayoría de los lazos a una relación personal entre el príncipe heredero y Jared Kushner, el yerno de Trump.