Advierten sobre muertes de presos políticos en cárceles bahreiníes
Cheikh Qassem, citado por el sitio web de noticias en árabe Bahrain Mirror, declaró que el régimen bahreiní debe evitar la muerte de los presos políticos y no permitir que los cementerios se llenen con sus cadáveres, ya que el país dejaría de tener estabilidad.
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El clérigo chiita bahreiní Isa Qassem.
El clérigo chiíta más prominente de Bahren, Cheikh Isa Qassem, advirtió sobre la muerte de los disidentes políticos en las cárceles del régimen de Manama y exigió su liberación inmediata. También subrayó que su confinamiento conduciría a la inestabilidad en el país árabe.
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Qassem, citado por el sitio web de noticias en árabe Bahrain Mirror, hizo estas declaraciones en una serie de tuits el martes. Dijo que el régimen bahreiní debe evitar la muerte de los presos políticos y no permitir que los cementerios se llenen con sus cadáveres, ya que el país dejaría de tener estabilidad.
"La liberación de los presos políticos y de todos los detenidos del movimiento político es necesaria para la justicia y será una seria introducción a la reforma si se produce", señaló en otro tuit.
El clérigo chiíta más prominente de Bahrein señaló que no se aceptará ninguna solución seria ni una reconciliación exitosa sin la liberación de los presos y que el éxito de la solución está vinculado a la liberación de todos los presos de conciencia, así como de los principales líderes y figuras del movimiento político popular, que fue lanzado en Bahrein en 2011 para protestar por el sufrimiento del pueblo bajo el régimen de Al Khalifah y para pedir reformas radicales en el gobierno.
"El sistema de penas alternativas no es una solución y es similar al sistema de prisiones abiertas", añadió. "La solución pasa por dar la libertad a todos los presos de conciencia. Háganlo rápido por el bien de toda la nación".
El levantamiento popular en Bahrein comenzó a mediados de febrero de 2011, ya que las manifestaciones recurrentes a lo largo de los años exigían que la familia gobernante Al Khalifah abandonara el poder.
Sin embargo, el régimen ha reprimido brutalmente la disidencia y ha detenido, herido y matado a miles de personas en el país del Golfo. Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos también han ayudado al régimen de Manama en su despiadada represión.