Avigdor Lieberman, el jefe del Partido Israel Beitenu, causó una tormenta política después de afirmar que "los judíos ultraortodoxos deberían ser arrojados con el primer ministro Benjamin Netanyahu en un vertedero".

Según medios de prensa israelíes, Lieberman dijo que Netanyahu y los judíos ultraortodoxos deberían ser subidos a un carro y arrojados a un basurero.

El presidente del Judaísmo Unido de la Torá, Moshe Gafni, respondió a estas declaraciones, diciendo que "la desesperación y el odio de Lieberman hacia el primer ministro Benjamin Netanyahu lo impulsa a hacer tales declaraciones".

También pidió a las autoridades policiales que confronten las declaraciones incendiarias y antisemitas de Lieberman.

Añadió: "Lo tratamos durante mucho tiempo como una persona con confusión intelectual, y puede que Lieberman conozca bien  el vertedero y por lo tanto lo pone  en el discurso público".

El ministro de Vivienda, Yaakov Litzman, describió las palabras de Lieberman como "una incitación peligrosa y patética".

El asesor legal pidió al gobierno que examine estas vergonzosas declaraciones que contradicen la ley y los procedimientos electorales.

Mientras tanto, algunos diputados pidieron enmendar la ley para evitar tales actitudes  y  castigar también a los que incitan a los judíos ultraortodoxos.