Cuba e Irán evalúan potencia, eficacia y seguridad de vacuna Soberana-02
La isla caribeña está en la avanzada de países -la mayoría de ellos del mundo industrializado- que buscan el antídoto contra la COVID-19, siendo no solo el único de América Latina en desarrollar su propia vacuna sino también el líder en cuanto a candidatos, al contar con cinco.
Cuba y la República Islámica de Irán evalúan eficacia, potencia y seguridad del fármaco Soberana-02, uno de los cinco candidatos vacunales contra la COVID-19 que produce la isla caribeña, informó hoy una fuente local.
El Instituto Finlay de Vacunas (IFV), de Cuba, y el Instituto Pasteur, de Irán, firmaron el 8 de enero pasado un acuerdo para realizar un ensayo clínico fase III del citado medicamento.
Sobre la importancia de este procedimiento, el IFV explicó que la incidencia puede cambiar durante el ensayo; por tanto, se necesitará tener otros ensayos fase III que se muevan en otros escenarios con otras tasas de incidencia, como las que tiene Irán.
De acuerdo con el diario Granma, se trata de un paso más para validar la seguridad y potencia de Soberana-02, porque en ningún caso será utilizada sin demostrar su real eficacia.
El director general del Centro de Inmunología Molecular, Eduardo Ojito, despejó las dudas sobre la disponibilidad del inmunógeno, y precisó que todo el producto necesario asociado a la fase III de este ensayo ya fue fabricado y liberado.
Los estudios futuros de los nuevos ensayos clínicos, y el proceso de vacunación masiva, necesitan escalas superiores.
De ahí que se busque introducir entre un millón y dos millones mensuales de dosis, y eso nos debe permitir estar vacunando al país dentro de seis meses aproximadamente, comentó Ojito.
Para ello, puntualizó, "necesitamos un aproximado de 30 millones de dosis, teniendo en cuenta que la población cubana es de 11 millones y uno de los esquemas de vacunación es de tres dosis".
La isla caribeña está en la avanzada de países -la mayoría de ellos del mundo industrializado- que buscan el antídoto contra la COVID-19, siendo no solo el único de América Latina en desarrollar su propia vacuna, sino también el líder en cuanto a candidatos, al contar con cinco.