Portavoz de la Casa Blanca se niega a describir a Bin Salman como un asesino
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el presidente Biden no se arrepiente de haber llamado asesino al presidente ruso Vladimir Putin.
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Jens Psaki, vocero de la Casa Blanca.
"No creo que tenga que añadir más nombres de asesinos hoy", así contestó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a un reportero que preguntó si el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, creía que el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, a quien la inteligencia estadounidense ha culpado de aprobar el asesinato del periodista del Washington Post Jamal Kashoggi, es un asesino.
.- Presidente de Rusia invita al diálogo a su homólogo de EE.UU.
Anteriormente, interrogada sobre si Biden se arrepientió de haber calificado como asesino a su homólogo ruso, Vladimir Putin, Psaki respondió: "No. El presidente dio una respuesta directa a una pregunta directa".
Añadió que Biden y Putin se conocen desde hace mucho tiempo y han pasado por "muchas iteraciones de la relación".
Biden dijo el miércoles en una entrevista que Putin es un asesino que "pagará un precio" después de que un informe de inteligencia de Estados Unidos publicado esta semana descubriera que Moscú presuntamente trató de influir en la opinión pública contra él en la campaña de 2020.
Jen Psaki says Biden has no regrets about calling Putin a "killer" pic.twitter.com/tKiIMpF6yE
— Aaron Rupar (@atrupar) March 18, 2021
En el informe desclasificado publicado el martes por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, los investigadores federales no encontraron pruebas de que las potencias extranjeras "manipularan ningún resultado electoral" en la carrera presidencial de 2020, pero sí intentaron influir en la opinión pública a favor de sus candidatos favoritos.
Irán, Cuba, Venezuela y Hizbullah intentaron perjudicar la campaña de reelección del presidente Trump en 2020, según el informe, mientras que Rusia trató de perjudicar al entonces candidato Biden, y China se contuvo.
En respuesta a las declaraciones de Biden, Putin señaló el bombardeo atómico de Japón por parte de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, así como su historia de esclavitud y matanza de nativos americanos, señalando los dolorosos legados que pesan sobre Estados Unidos.
"Si no, ¿de dónde saldría el movimiento Black Lives Matter?", dijo Putin, citando la injusticia racial y la brutalidad policial.
"Recuerdo que, en mi infancia, cuando discutíamos en el patio, solíamos decir: 'Hace falta uno para conocer a otro'. Y eso no es una coincidencia, no es solo un dicho o una broma de niños", dijo Putin.
"Siempre vemos nuestros propios rasgos en otras personas y pensamos que son como nosotros realmente. Y, como resultado, evaluamos las actividades de una persona y damos valoraciones", señaló.
En un movimiento muy inusual, Rusia anunció que retiraba a su embajador de Estados Unidos tras las declaraciones.
Andrei Turchak, líder del principal partido pro-Kremlin, Rusia Unida, describió las declaraciones de Biden como un reflejo del "marasmo político de Estados Unidos y la demencia de su líder".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, deploró lo que calificó de "comentarios muy malos del presidente estadounidense" que dejan claro que "no quiere normalizar las relaciones".
"Procederemos en consecuencia", dijo Peskov durante una conferencia telefónica con periodistas, señalando que "no hubo nada parecido en la historia".