Primer ministro iraquí rechaza presencia militar foránea
Al-Kazemi aludió a la relación entre Washington y Bagdad, la cual, dijo, debe transformarse en un interés bilateral para los sectores de la economía, la seguridad, la cultura y la salud.
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Mustafá al-Kazemi, premier iraquí.
El primer ministro de Iraq, Mustafá al-Kazemi, rechaza la presencia militar extranjera en el país, aunque necesita ayuda técnica para dirigir ataques contra escondites de los terroristas, aseguró este lunes el sitio Asharq al Awsat.
.- Exigen facciones iraquíes poner al descubierto a los colaboradores internos de la ocupación estadounidense
Al-Kazemi aludió a la relación entre Washington y Bagdad, la cual, dijo, debe transformarse en un interés bilateral para los sectores de la economía, la seguridad, la cultura y la salud.
Según Hussein Allawi, asesor del primer ministro iraquí, ambas partes trabajan en la redistribución de dos mil 500 de los cinco mil militares estadounidenses que formaban parte de la coalición internacional contra Daesh.
En el entrante mes de abril autoridades de los dos países celebrarán la tercera ronda de conversaciones estratégicas, en cuyo centro se halla la solicitud iraquí de la retirada de tropas del Pentágono.
Estados Unidos invadió en 2003 a Iraq y sacó del poder al presidente Saddam Hussein y hasta 2011 mantuvo ocupada a la nación mesopotámica.
Luego, en 2014, con la llegada de Daesh que conquistó un tercio del territorio iraquí, Bagdad pidió ayuda a Washington, el cual envió un contingente al frente de una coalición internacional para combatir al grupo terrorista.
Para diciembre de 2017 la banda extremista quedó casi eliminada y el gobierno iraquí proclamó una victoria sobre los radicales, aunque quedan células operativas que realizan ataques contra poblaciones poco protegidas.
Durante los últimos meses hay un rechazo generalizado a la presencia norteamericana como resultado de su participación en los asesinatos del general iraní Qassem Suleimani y al subjefe de las Unidades de Movilización Popular de Iraq, Abu Mahdi al-Muhandis.
Unas horas después que drones estadounidenses masacraran a Soleimani, Al-Muhandis y otros combatientes, el Parlamento iraquí aprobó una ley no vinculante que obligaba al Gobierno a expulsar a las fuerzas extranjeras del país, en especial las de Washington.