EE.UU. fija su interés en Sudán
Una decisión del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) brinda a los 44 millones de habitantes de Sudán la oportunidad de romper el ciclo de pobreza crónica y deterioro.
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EE.UU. fija su interés en Sudán
Las relaciones entre Estados Unidos y Sudán cambiaron en los dos últimos dos años y aunque la transición es frágil va hacia por una vía rápida, opina el periódico Al Monitor.
Una decisión del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) brinda a los 44 millones de habitantes de Sudán la oportunidad de romper el ciclo de pobreza crónica y deterioro.
Y la visita del enviado de Estados Unidos a Sudán, Donald Booth, también señala el papel cada vez más fundamental de Jartum en la región, especialmente en las conversaciones regionales sobre la presa del Nilo y en el tratamiento de la guerra civil en Tigray, que se ha extendido a Sudán.
La oleada diplomática acontece en la medida en que aumenta el riesgo de escalada.
El 31 de marzo, el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, dio la bienvenida a un "nuevo capítulo" en las relaciones entre Estados Unidos y Sudán después que Jartum pagara 335 millones de dólares para compensar a las víctimas del terrorismo de al-Qaeda en los atentados de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania y el USS Cole en Yemen en 2000.
Se dice que el depuesto presidente sudanés Omar al-Bashir estuvo implicado en las acciones terroristas de Al-Qaeda en África, incluida la provisión de refugio seguro a Osama bin Laden de 1994 a 1996. Sudán fue designado por Washington como estado patrocinador del terrorismo.
El pago del país y su reconocimiento diplomático de "Israel" formar parte del acuerdo para sacar a Sudán de la lista estadounidense de patrocinadores estatales del terrorismo que impide al país africano recibir ayuda y asistencia internacional.
La exclusión de Sudán de la lista estuvo en proceso por un tiempo, pero se aceleró por la decisión de Sudán de unirse a los Acuerdos de Abraham (normalización de lazos con "Israel"), como informó Jared Szuba en ese momento.
Con Sudán saliendo de la lista de terroristas de Washington, el FMI y el Banco Mundial están considerando ahora la solicitud de Jartum para aliviar la deuda bajo la Iniciativa Mejorada para Países Pobres Muy Endeudados.
El 26 de marzo, David Malpass, presidente del Grupo del Banco Mundial, calificó la decisión como un "gran avance" y agregó que las medidas de reforma adoptadas hasta ahora por el gobierno sudanés, "incluida la liquidación de atrasos y la unificación del tipo de cambio, lo pondrán en el camino alivio de la deuda, reactivación económica y desarrollo inclusivo".
Como economía principalmente agrícola, Sudán es especialmente sensible a las variaciones climáticas y las inundaciones.
La incidencia de la pobreza extrema (vivir con menos de 1,90 usd por día) es alta en 13,5 por ciento, pero aumenta al 46,1 si se utiliza el estándar de pobreza de los países de ingresos bajos a medios (3,20 por día). Sudán ocupa el último lugar en los índices de desarrollo humano y capital humano.
La economía de Sudán, especialmente afectada por el COVID-19, se contrajo en 3,6 por ciento en 2020, el tercer año consecutivo de crecimiento negativo. El FMI proyecta que la economía de Sudán crecerá este año en un 0,9% por ciento.
Estados Unidos no es el único país que abrió un nuevo capítulo con Sudán. Los lazos con Egipto en los últimos dos años también han sido testigos de un cambio dramático, desde los días de Bashir, quien tenía afinidad por los Hermanos Musulmanes, considerados terroristas por Estados Unidos y el mundo árabe en general.
Ayah Aman escribe: "Ahora parece haber una asociación estratégica sin precedentes entre los dos países en medio de la cooperación a todos los niveles destinada a hacer frente a las amenazas regionales".