Decenas de miles de nigerianos huyen de los violentos ataques en el estado de Borno
Tras el último ataque del miércoles 14 de abril, el tercero en siete días, hasta el 80% de la población de la ciudad -que incluye a la comunidad local y a los desplazados internos- se vio obligada a huir. Los asaltantes saquearon e incendiaron viviendas particulares, almacenes de agencias humanitarias, una comisaría de policía, una clínica y un mostrador de protección del ACNUR.
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Decenas de miles de nigerianos huyen de los violentos ataques en el estado de Borno.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) está profundamente preocupada porque hasta 65 mil nigerianos se están desplazando tras una serie de ataques de grupos armados en la ciudad de Damasak, en el conflictivo estado de Borno, en el noreste de Nigeria.
Los primeros informes indican que ocho personas murieron y una docena resultaron heridas.
Tras el último ataque del miércoles 14 de abril, el tercero en siete días, hasta el 80% de la población de la ciudad -que incluye a la comunidad local y a los desplazados internos- se vio obligada a huir.
Los asaltantes saquearon e incendiaron viviendas particulares, almacenes de agencias humanitarias, una comisaría de policía, una clínica y un mostrador de protección del ACNUR. Entre los que huyeron hay nigerianos y ciudadanos de Níger que viven en la zona.
Mientras que muchos huyeron hacia la capital del estado de Borno, Maiduguri, y a la ciudad de Geidam, en el vecino estado de Yobe, otros cruzaron a la región de Diffa, en Níger. El persona de la ACNUR en ambos países desplegó inmediatamente misiones de evaluación para identificar las necesidades más urgentes y adaptar la respuesta.
Sin embargo, debido a la inseguridad, el acceso a la ayuda humanitaria es cada vez más difícil en muchas partes del estado nigeriano de Borno, incluso para el personal del ACNUR, que se vio obligado a trasladarse temporalmente fuera de Damasak esta semana.
A pesar de las dificultades, estamos dispuestos a ayudar a los nuevos desplazados a los que podamos llegar, señalaron los funcionarios.
La violencia en la cuenca del lago Chad ha desarraigado a 3,3 millones de personas, incluidos más de 300 mil refugiados nigerianos y unos 2,2 millones de desplazados en el noreste de Nigeria, especialmente en los estados de Adamawa, Borno y Yobe.
Se necesitarán más recursos para responder a esta nueva emergencia, ya que la financiación para nuestra operación en la cuenca del lago Chad es ya críticamente baja, con sólo el 14% de los 128,4 millones de dólares solicitados recibidos hasta ahora.