¿Qué está en juego en las negociaciones nucleares en Viena?
Diez días después de una explosión, atribuida al Mossad israelí, que cortó la energía eléctrica a la principal instalación subterránea de enriquecimiento de uranio de Natanz, en Irán, un misil sirio impactó cerca del reactor nuclear Dimona de "Israel", lo cual generó inquietudes y tensiones en Medio Oriente, afirma Middleeasteye.
El ataque a la usina iraní coincidió con el inicio de una segunda ronda de conversaciones en Viena entre Teherán y los signatarios del Plan Integral de Acción Integral (PIAC) o acuerdo nuclear con el objetivo de salvar esa anuencia sellada en 2015.
Tel Aviv se opuso y opone a ese convenio y el expresidente norteamericano Donald Trump ordenó la salida de Washington en mayo de 2018.
En respuesta al sabotaje contra su central atomoeléctrica, la república islámica activó 1.000 centrifugadoras avanzadas y comenzó a enriquecer uranio a 60 por ciento de pureza, todavía debajo del nivel de 90 destinado a fabricar armas de destrucción masiva.
Middleeasteye confirmó que el sabotaje tenía como objetivo socavar la decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, de regresar a la avenencia nuclear.
La semana pasada se evidenció una fuerte divergencia entre los intereses de Estados Unidos e "Israel", dijo en un editorial The Washington Post.
Además de las consecuencias políticas y de seguridad negativas por la posición israelí contra el acuerdo nuclear, existen otras consideraciones.
Hay una gran diferencia entre el programa pacífico nuclear de Irán y el de Libia, por ejemplo, que intentó importar una planta de enriquecimiento como un kit que solo requiere ensamblaje.
La república islámica construyó su industria atómica de abajo hacia arriba, al comenzar con la investigación y el desarrollo en sus universidades y luego pasó al desarrollo industrial en sus sectores de maquinaria y electricidad.
Es cierto que las primeras generaciones de centrifugadoras iraníes resultaron simples copias de las proporcionadas por la red del científico paquistaní Abdul Qadeer Khan que tomó el inicial diseño holandés con un rotor de aluminio.
El diseño paquistaní, al que Irán se ha visto limitado por el acuerdo nuclear, no es comparable con los mucho más eficientes desarrollados por la multinacional europea Urenco.
Sin embargo, los expertos iraníes desarrollaron nuevas generaciones de centrifugadoras más avanzadas con rotores hechos de compuestos reforzados con fibra de carbono.
Por lo tanto, al sabotear Natanz, "Israel" podría haber cometido un error estratégico al crear una oportunidad para que Irán reemplazara sus viejas e ineficientes centrifugadoras con diseños mucho más avanzados y hasta 50 veces más rápido que los anteriores a los que estaba limitado por el acuerdo nuclear de 2015.
En las últimas dos décadas, la nación de los persas también avanzó en la construcción de pequeños submarinos y expresado interés por fabricarlos con propulsión nuclear, similares a los que poseen Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China e India.
Para ese fin, Estados Unidos y Reino Unido utilizan uranio enriquecido a más de 90 por ciento de pureza que no necesitan repostar durante la vida útil de la nave.
Por lo tanto, Irán sigue el ejemplo norteamericano y británico para elevar el porcentaje del material fisionable.
Los científicos nucleares iraníes, algunos asesinados por agentes israelíes, formaron un cuadro de especialistas muy talentosos, pese a carecer de acceso a la formación académica internacional.
Se dotaron de científicos en las universidades iraníes en los campos de la física y la ingeniería nuclear, por lo que nadie debería subestimar los recursos humanos de ese país que garantizan la continuidad del programa sea bombardeado o saboteado.
Tres años después de la retirada norteamericana del acuerdo nuclear, Irán aumentó su nivel de enriquecimiento de uranio de 3,67 por ciento a 20 por ciento y después del sabotaje israelí a 60.
La historia del programa nuclear de Irán muestra cómo, en respuesta a la coerción de Estados Unidos e "Israel", Teherán aumentó su capacidad y su propia influencia sin ayuda de otros.
Según un editorial del periódico iraní Kayhan, la república islámica debía "salir de las conversaciones de Viena, suspender todos sus compromisos nucleares, tomar represalias contra “Israel” e identificar y desmantelar la red de infiltración interna detrás del sabotaje".
Pero hay un camino alternativo a seguir: salvar el acuerdo.
Irán aceptó en ese convenio las medidas de transparencia y los límites más rigurosos que jamás haya aceptado un estado signatario del Tratado de No Proliferación.
En todo caso, la comunidad internacional estaría interesada en preservar la anuencia que constituye un paso vital hacia el fortalecimiento del régimen de no proliferación.
El acuerdo nuclear también proporciona una base potencial para una zona libre de armas nucleares en el Golfo.
En 2019, el presidente iraní, Hassan Rouhani, presentó a la ONU una propuesta para un esfuerzo de paz de Ormuz, con un amplio espectro de ideas para la cooperación y la seguridad en toda la regióncomo el control de armas y el establecimiento de una zona libre de armas de destrucción masiva.
Si colapsa el PIAC, habrá cero posibilidades de realizar tal zona, y en cambio, tal vez Arabia Saudita llevaría a cabo sus planes para obtener armas de destrucción masiva, o y quizás también Turquía y Egipto.
Por supuesto, "Israel" y Estados Unidos se sentirían obligados a intentar detenerlos, con más guerras y conflictos y eso es lo que está en juego en las actuales conversaciones en Viena.