El ex primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu se negó a abandonar la sede  oficial del primer ministro y permitir  que el nuevo presidente, Naftali Bennett, se mudara.

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Según los medios israelíes, Bennett envió una carta oficial a Netanyahu pidiéndole que agilizara la evacuación de la sede oficial del gobierno en dos semanas, mientras que los informes de prensa indicaron que destruyó algunos documentos antes de que Bennett ingrese  a la sede del gobierno.

El llamado "gobierno de cambio" encabezado por Naftali Bennett se ganó la confianza de la Knesset de ocupación israelí al obtener 60 votos contra 59, marcando la primera vez en la historia de la ocupación que un gobierno ha hecho un "juramento de lealtad" sin el apoyo de una mayoría de 61 o más de los 120 miembros de la Knesset.

Netanyahu atacó al "gobierno de coalición Bennett-Lapid" varias veces, diciendo que el recién nombrado presidente "no tiene la fuerza para mantenerse firme en el expediente iraní".