El ministro de Justicia y Transparencia Institucional de Bolivia, Iván Lima, anunció este viernes que se iniciará un proceso penal por los delitos de racismo y discriminación tras el ultraje a la bandera whipala y otros hechos vejatorios protagonizados por autoridades del departamento de Santa Cruz (este) en el acto oficial por el 211 aniversario de dicha entidad territorial.

Durante una rueda de prensa, el funcionario explicó que la Fiscalía y la Policía investigarán para identificar a los autores de los eventos, y acusó al presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, de tener una autoría mediata en los hechos y haberlos desencadenado con su actitud.

Recordó que la whipala está reconocida por la Constitución Política del Estado (CPE) boliviano como símbolo nacional. Aseveró que “el ultraje a los símbolos nacionales (…) se constituye en un delito de orden público”.

Afirmó que, debido a ello, “el Gobierno nacional va a accionar, se va a constituir en parte querellante en este delito y se han iniciado las investigaciones correspondientes con respeto al artículo 129 del Código Penal”.

Lima vinculó los hechos con una norma recientemente aprobada por la legislatura de Santa Cruz, que le da potestad de designar autoridades que corresponde aprobar por la Asamblea Legislativa Plurinacional del país, según la CPE.

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Al respecto, calificó esa ley como “indicio de delito de separatismo” y al acto cometido por la Asamblea cruceña como “grave afrenta a la unidad del país”, que “no puede ser admitido”.

Además, exhortó al gobernador del departamento, el opositor Luis Fernando Camacho, a no promulgar dicha ley, que colocaría a la legislatura territorial en desacato frente a los órganos nacionales administrativos, judiciales y electorales.

Los hechos

Durante el acto, Rómulo Calvo se negó a saludar a legisladores nacionales electos por Santa Cruz que militan en el partido Movimiento al Socialismo y desinfectó con alcohol el lugar donde ellos permanecieron.

Partidarios de la alianza Creemos, fundada por Camacho, protestaron ante el izamiento de la whipala y finalmente la retiraron del mástil.

El vicepresidente David Choquehuanca, presente en el acto, debía izar la bandera de Bolivia, pero las autoridades de Santa Cruz no respetaron su investidura ni el protocolo. De acuerdo con medios locales, el propio Camacho lo agravió al dar por terminado el acto cuando concluyó su discurso.

Con posterioridad, seguidores de Creemos azotaron con una cuerda y expulsaron de la plaza 24 de Septiembre, donde transcurrió el acto, al dirigente campesino Iver Valenzuela.

Además, fue destruida una ofrenda floral del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, y fueron agredidos integrantes de esta organización de pueblos indígenas.