Partidarios del neoliberalismo recurren al fascismo en Bolivia
Gonzalo Zambrana, viceministro boliviano de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas en la cartera de Trabajo, advirtió que en la actualidad la democracia de su país está amenazada por grupos de poder que no solo son racistas, sino que asumen un comportamiento fascista.
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A la izquierda Gonzalo Zambrana, viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas en la cartera de Trabajo.
Ante el éxito del Estado Plurinacional de Bolivia y su amplio respaldo popular, los partidarios del neoliberalismo recurren a la opción del fascismo, aseguró a Prensa Latina Gonzalo Zambrana, viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas en la cartera de Trabajo.
Para el economista de formación académica y luchador revolucionario desde la adolescencia, la Constitución Política del Estado Plurinacional (CPE), aprobada el 22 de enero de 2009, plasmó los intereses de las grandes mayorías, incluidos los pueblos indígenas y el medio ambiente.
En opinión del funcionario, la conformación de autonomías indígenas recuperó –como en ningún lugar del mundo– las características particulares de esas colectividades.
No obstante, en la actualidad –advirtió Zambrana– la democracia de Bolivia está amenazada por grupos de poder de corte fascista.
El fascismo no reconoce la existencia del otro y es capaz de eliminarlo, de liquidarlo, de despreciarlo, señaló el vicetitular.
Al respecto, identificó como tales a los líderes de los grupos de poder del departamento de Santa Cruz, quienes encabezaron el golpe de Estado en noviembre de 2019 y después impusieron el gobierno de facto de Jeanine Áñez hasta finales de 2020.
El recuerdo de las masacres de Sacaba, en Cochabamba, y de Senkata, en El Alto, con 37 personas asesinadas a balazos, los cientos de heridos y los miles de detenidos ilegales con graves violaciones de los derechos humanos, confirmaron la naturaleza de esa clase política.
A juicio de Zambrana, la naturaleza de las oligarquías burguesas es la corrupción.
Para ofrecer ejemplo de ello, el viceministro recordó al líder de esos sectores fascistas y exgobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien nombró a una persona de su confianza como presidente de Impuestos Internos para hacerse perdonar sus delitos.
Arturo Murillo, exministro de Gobernación, hoy condenado en Estados Unidos por corrupción, antes de asumir el cargo ya iniciaba sus negocios para robar, indicó.
De acuerdo con el viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas en la cartera de Trabajo, facilitar la impunidad de quienes cometieron delitos durante el golpe de Estado de 2019 y el gobierno de facto constituye un peligro para Bolivia.
En diálogo con Prensa Latina, Zambrana observó cómo algunos actores de la sociedad boliviana temen a la aplicación de sanciones a los golpistas y represores por el malestar que pueda originar entre sus seguidores.
El funcionario boliviano valoró esa postura de error porque la memoria, la verdad y la justicia por los delitos cometidos no se pueden dejar de lado.
Para sustentar la idea, Zambrana evocó al exministro de Defensa del gobierno de facto Fernando López, quien pretendió declarar héroes nacionales en un acto público a los ejecutores del crimen de Senkata.
Los perpetradores de esos delitos deben ser condenados con la máxima pena porque se atrevieron a matar a mansalva a la población por un interés político. Esa es la demanda de muchas organizaciones populares, subrayó.
Según del viceministro, mientras no haya una sanción clara, los culpables se ufanarán de ser capaces de volver a cometer los mismos crímenes.
Necesidad de la revolución cultural
El funcionario lamentó las deficiencias en el trabajo educativo, cultural e ideológico con la población por parte de las fuerzas de izquierda.
A partir de la redistribución de la riqueza nacional sobre la base de la nacionalización de los recursos naturales y el incremento del poder adquisitivo y el nivel de consumo de toda la población, algunos sectores no identificaron el origen social de la prosperidad que disfrutan y asumieron como propio el modelo aspiracional de las élites cruceñas, acotó.
El dirigente boliviano insistió en la necesidad de la autocrítica en los sectores de izquierda e instó a fortalecer el trabajo ideológico.
Al retomar el tema de las élites neoliberales, Zambrana alertó sobre otro componente más delicado llamado “fascistización de la población”, pues para mucha gente es correcta la manera de actuar de los grupos de poder.
En ese sentido calificó de preocupante el papel de los medios de comunicación y en particular las redes sociales y el abuso de la mentira.
Por otro lado, advirtió sobre los ideólogos de la derecha, quienes no tienen ninguna alternativa política para el país y su única propuesta es la desaparición del Movimiento al Socialismo (MAS), aunque sea mediante la violencia.
Zambrana también resaltó la importancia de la más sólida unidad de las fuerzas revolucionarias frente al enemigo principal, el imperialismo internacional encabezado por Estados Unidos.
Las divisiones internas son un acto de irresponsabilidad. La unidad no es elegible, es un factor de sobrevivencia para el proceso de cambio en Bolivia y para hacer frente a los aliados del fascismo dentro del territorio nacional, concluyó el viceministro.