Alertan sobre nueva arremetida de EE.UU. contra Nicaragua
Una nueva fase de ataques económicos y guerra híbrida contra el gobierno sandinista de Nicaragua perfila el Congreso estadounidense.
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Alertan sobre nueva arremetida de EE.UU. contra Nicaragua
El Congreso de Estados Unidos perfila una nueva fase de ataques económicos y guerra híbrida contra el gobierno sandinista de Nicaragua, indicó un análisis del sitio thegrayzone.com y que es rubricado por Ben Norton, un experto en el tema.
El Congreso invitó a los estrategas neoconservadores del cambio de régimen a discutir la próxima etapa de la guerra híbrida contra el gobierno sandinista de Nicaragua, que probablemente implicará la creación de un bloqueo económico, negándose a reconocer la legitimidad del presidente Daniel Ortega, y tomando prestadas las tácticas que la administración Trump utilizó en su intento de golpe de Estado en Venezuela, sostiene el experto.
En una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, celebrada el 21 de septiembre, se expusieron los planes para la siguiente fase cuyo objetivo es desestabilizar y, en última instancia, derrocar al gobierno sandinista de izquierdas de la nación centroamericana, alerto Grayzone.
En el evento participaron miembros neoconservadores de línea dura del Congreso, un alto funcionario del Departamento de Estado, un destacado activista nicaragüense del cambio de régimen y la expresidenta de Costa Rica.
El espectáculo, cuidadosamente montado, dejó claro que Washington ampliará su brutal guerra económica contra Nicaragua a medida que se acerquen las elecciones generales del país en noviembre.
Esto tomará la forma de sanciones financieras más agresivas, mediante la legislación llamada Ley RENACER. Estas sanciones podrían ampliarse hasta convertirse en un bloqueo de facto, siguiendo el modelo del embargo estadounidense a Venezuela, aseguro Norton.
Subrayó que los funcionarios estadounidenses declararon explícitamente que Washington se negará a reconocer la legitimidad de las elecciones de noviembre y presionará a otros países de América Latina para que corten también sus lazos diplomáticos.
La audiencia indica que el gobierno de Biden planea reutilizar muchas de las mismas tácticas que el gobierno de Donald Trump empleó en el intento de golpe de Estado que inició contra Venezuela en 2019, como negarse a reconocer al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro, nombrar a un activo estadounidense no elegido, Juan Guaidó, como supuesto "presidente interino", y ampliar las sanciones iniciadas por el gobierno de Barack Obama a un bloqueo económico total.
Destaca Norton que mientras escupía una retórica incendiaria que demonizaba al gobierno sandinista como "autoritario", la Subsecretaria de Estado Emily Mendrala se refirió cómicamente a Nicaragua como una "isla", lo que llevó a un miembro del Congreso a corregirla por confundir aparentemente a la nación centroamericana con Haití, lo que pone en evidencia el desconocimiento de la realidad en ese país centroamericano.
Decepcionante es que los funcionarios que tienen que ver con la política no sepan que tratar. Por ejemplo, el congresista Juan Vargas, que estaba en la cita, insistió farsantemente en que Fidel Castro, fallecido en 2016, sigue vivo y en el poder en Cuba, y "lleva mucho tiempo allí."
Además de eso el Departamento de Estado ha subrayado que la administración Biden está trabajando estrechamente con la Unión Europea, Canadá, Costa Rica y la Organización de Estados Americanos (OEA) para desestabilizar al gobierno sandinista.
La audiencia también destacó un creciente y cada vez más influyente lobby nicaragüense-estadounidense de derecha, y su coordinación directa con elementos cubano-estadounidenses extremistas en Florida.