Cambio de enfoque en EEUU influye en “Israel”
La canciller alemana saliente Angela Merkel dijo el junto al primer ministro israelí, Naftali Bennett, que las negociaciones en Viena, Austria, sobre el regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear con Irán entraron en semanas decisivas y aunque nunca lo consideró ideal, es mejor que no tener anuencia, comentó el sitio Indian Punchline.
Cuando llegó el turno de Bennett destacó el peligro del programa nuclear pacífico iraní y prometió que “Israel” haría lo necesario para evitar que Teherán alcance la capacidad de armas nucleares.
Pero no hubo ruido de sables al estilo de su antecesor Benjamín Netanyahu. “Este es un punto crítico y la posición de Alemania es especialmente importante”, apuntó.
Se hizo evidente que el régimen de Tel Aviv acepta a regañadientes las promesas del gobierno norteamericano de Joe Biden de continuar las negociaciones para reactivar el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC) o pacto nuclear.
La Casa Blanca de está preparando un aterrizaje suave para levantar sanciones contra Irán con el Secretario de Estado Anthony Blinken que prevé reunirse mañana, miércoles, en Washington con el Ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, y su par de Emiratos Árabes Unidos, Sheikh Abdullah Bin Zayed Al Nahyan.
Mientras tanto, el canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, pidió "acciones prácticas" para subrayar la sinceridad en los propósitos de Estados Unidos.
Con anterioridad, instó a Washington a la liberación de fondos bloqueados iraníes.
El gobierno de Biden eliminó de la lista negra de sanciones de Estados Unidos a dos empresas iraníes presuntamente involucradas en el programa de misiles balísticos de la república islámica, por encima de alegaciones de lo dicho por Donald Trump en agosto de 2020 de que esas dos compañías producen y proveen de artículos para el programa de misiles de Irán.
Es visible un cambio más amplio en la estrategia de Estados Unidos para Oriente Medio en su conjunto.
El presidente Biden y su equipo obvian imponer sanciones en virtud de la llamada Ley César, que entró en vigor el año pasado con la intención de aumentar la presión sobre el jefe del Estado sirio, Bashar al-Assad, mientras los aliados árabes norteamericanos, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Egipto realizan esfuerzos para revivir lazos económicos y diplomáticos con Damasco.
El rey Abdala de Jordania habló con Assad por primera vez en una década este mes y la frontera entre Siria y Jordania se reabrió por completo para el comercio el mes pasado. Sin la aquiescencia explícita de Estados Unidos, Ammán no podría haber impulsado el reciente acuerdo de canalizar gas egipcio a Líbano a través de Siria.
La conclusión es que el ejecutivo de Biden está revisando el enfoque estadounidense hacia Irán.
El jefe de la CIA, William Burns, anunció la reorganización de la agencia al crear dos centros de misión, uno centrado en China, y el otro dedicado a la tecnología emergente, el cambio climático y la salud global y deshizo lo aprobado por el gobierno anterior de enfocarse en Corea del Norte e Irán.
Sin embargo, estima Indian Punchline, Irán no bajará la guardia, dados los caprichos de las políticas estadounidenses y una larga historia de interferencia en los asuntos internos de la república islámica.