Petrobras pone a Brasil en una situación potencial de desabastecimiento de combustible
Las empresas del gigante suramericano no pueden comprar combustible en el mercado exterior porque los precios son muy altos.
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Petrobras pone a Brasil en una situación potencial de desabastecimiento de combustible
La petrolera brasileña dijo que recibió una "demanda atípica" de solicitudes de suministro de combustible para el próximo mes, muy por encima de los meses anteriores y de su capacidad de producción, y que sólo con mucha antelación podría programarse para atenderlas
Las reducciones promovidas por Petrobras, que en algunos casos alcanzan más del 50 % del volumen solicitado para la compra, ponen al país en una situación de potencial desabastecimiento.
Esto se debe, según Brasilcom, a que las empresas no pueden comprar combustible en el mercado exterior, porque los precios "están a niveles muy superiores a los practicados en Brasil".
Petrobras y el Gobierno Federal vienen sufriendo la presión de varios segmentos de la sociedad debido al significativo avance de los precios de los combustibles en el país este año, que han reflejado las cotizaciones internacionales.
En este contexto, la petrolera ha reajustado los precios en intervalos mayores en los últimos meses, evitando repasar las volatilidades externas.
Brasil no produce el volumen de combustibles necesario para abastecer al país y depende de las importaciones. En los últimos años, Petrobras ha tratado de practicar precios de mercado para que las compras en el extranjero no supongan pérdidas.
Según dice la petrolera en un comunicado del lunes pasado, que está operando su parque de refinerías con un factor de utilización del 90 % en el acumulado de octubre, frente al 79 % del primer semestre del año.
Asimismo, en 2020, el factor de utilización de las refinerías también se situó en torno
al 79 %, superior al registrado en 2019 (77 %) y 2018 (76 %), incluso teniendo en cuenta las paradas programadas en las refinerías Reduc, RPBC, Regap, Rlam, Repar y Revap, que se pospusieron de 2020 a 2021 debido a la pandemia.
Mientras, "en los últimos años, el mercado brasileño de gasóleo fue abastecido tanto por su producción como por las importaciones realizadas por distribuidores, terceros y la empresa, lo que garantizó el pleno abastecimiento de la demanda interna".
Destacó la petrolera que "En la comparación con noviembre de 2019, la demanda de los distribuidores de diésel aumentó un 20 % y la de gasolina un 10%, representando más del 100% del mercado brasileño".
Sin embargo, también señaló que sigue cumpliendo los contratos con las distribuidoras, según los términos, los plazos vigentes y su capacidad. Además, la empresa está maximizando su producción y entregas, operando con una alta utilización de sus refinerías, dijo.
"Brasil es un importador neto de derivados, una situación que no debería cambiar en la próxima década", dijo el instituto, entre cuyos miembros se encuentran las mayores distribuidoras del país, Vibra Energia (Ex-BR); Ipiranga, del grupo Ultra; y Raízen, una empresa conjunta entre Shell y Cosan.
"Sin una percepción clara por parte de los agentes económicos de que los precios variarán según las reglas del mercado, como ocurre con el resto de las materias primas, no hay seguridad para la expansión del parque nacional de refino", declaró
El IBP también destacó que el mercado de los combustibles está integrado globalmente "y es la alineación de los precios al mercado internacional, adoptada en Brasil desde 2016, la que garantiza la transparencia en cuanto a los precios relativos y da la señal adecuada a los agentes económicos para que inviertan en el aumento de la oferta y en la mejora de la logística de distribución, garantizando el abastecimiento nacional".
El consumo de combustible, según el IBP, ha crecido a lo largo de 2021 y ya ha alcanzado los niveles prepandémicos. De enero a agosto de 2021, el 26 % del volumen de gasóleo y el 8 % de la gasolina fueron adquiridos en el mercado exterior.