"El sesgo crudo y ciego del Consejo de Seguridad, desde el primer día, en favor de la  coalición saudita ha contribuido a la prolongación de este conflicto durante todos estos años, y también está obstruyendo con sus declaraciones cualquier efecto positivo", expresó el jefe de la delegación negociadora de Saná, Muhammad Abdul Salam.

El dirigente yemenita añadió que "la adopción por parte del Consejo de Seguridad de la posición en favor de las fuerzas de agresión no es nueva".

Enfatizó que "Yemen, desde una posición de autodefensa, continúa enfrentando la agresión con todos los medios defensivos posibles".

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La víspera, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó los ataques de las fuerzas armadas yemeníes contra Arabia Saudita y pidió el cese inmediato de la escalada militar en la gobernación de Marib, en el noreste de Yemen.

Según la declaración del Consejo de Seguridad sobre Yemen, los miembros del consejo condenaron lo que llamó "los ataques transfronterizos de los hutíes contra Arabia Saudita", y agregaron que "los ataques en el Golfo de Adén y el Mar Rojo representan una gran amenaza para la seguridad marítima".

El Consejo pidió "resolver las diferencias en Yemen a través de un diálogo integral y rechazar la violencia para lograr objetivos políticos", y dirigió su solicitud a todos los actores en Yemen para que "trabajen de manera constructiva para implementar el Acuerdo de Riad en su totalidad".

Horas antes, el viceministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Saná, Hussein Al-Ezzi, descartó una solución política entre las partes yemenitas antes de poner fin a la intervención de la coalición saudita en Yemen, que se ha prolongado durante casi siete años.