Dos grupos de refugiados rohingya se enfrentaron el viernes en un campo del sur de Bangladesh, dejando al menos seis refugiados muertos y otros diez heridos, según la policía.

La violencia estalló en el distrito de Cox's Bazar cuando uno de los bandos abrió fuego, matando a cuatro personas en el lugar, dijo Shihab Kaiser Khan, comandante del Batallón de Policía Armada, que supervisa la seguridad del campamento.

Otras dos personas murieron en un hospital mientras eran atendidas por sus heridas, dijo Khan.

No estaba claro inmediatamente por qué estalló la violencia, pero los medios de comunicación locales dijeron que los dos bandos se disputaban la supremacía en el campamento por un negocio ilegal de drogas.

Funcionarios bangladesíes dijeron anteriormente que algunos grupos rohingya están implicados en delitos graves, como el secuestro y la búsqueda de rescates, y que utilizan los campamentos para el contrabando de drogas desde Myanmar, donde vivían antes de llegar a Bangladesh.

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Khan dijo que un hombre rohingya fue detenido con armas, pero no dio más detalles. Dijo que la policía estaba registrando el campamento en busca de otros sospechosos.

La violencia del viernes se produjo unas tres semanas después de que un representante internacional de los refugiados rohingya fuera asesinado a tiros en el campamento del mismo subdistrito de Ukhiya.

Mohibullah, que tenía unos 40 años, era un profesor que se erigió como un líder clave de los refugiados y un portavoz que representaba a la etnia musulmana en las reuniones internacionales. Visitó la Casa Blanca en 2019 para una reunión sobre libertad religiosa con el entonces presidente Donald Trump y habló sobre el sufrimiento y la persecución a la que se enfrentaban los rohingya en Myanmar.

La policía ha realizado varias detenciones relacionadas con su asesinato.

Más de 700 mil rohingya han huido a campos de refugiados en Bangladesh desde agosto de 2017, cuando los militares de Myanmar, de mayoría budista, iniciaron una dura represión contra la etnia musulmana tras un ataque de insurgentes. Se unieron a otros cientos de miles de personas que han huido a Bangladesh durante décadas.

La represión de 2017 incluyó violaciones, asesinatos y el incendio de miles de hogares, y fue calificada de limpieza étnica por grupos de derechos humanos y por la ONU.

En total, Bangladesh ha acogido a más de 1,1 millones de refugiados rohingya procedentes de Myanmar tras anteriores oleadas de persecución.