Ejército sudanés enfrenta oposición cada vez mayor al golpe de Estado
La toma del poder, dirigida por el general Abdel Fattah al-Burhan el lunes, ha sacado a miles de personas a las calles para rechazar el regreso del gobierno militar y exigir que se vuelva a poner en marcha la transición hacia un gobierno civil.
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Continúan las manifestaciones contra el golpe de estado en Sudán.
El ejército sudanés se enfrenta a una oposición cada vez mayor al golpe de Estado de esta semana, con el Consejo de Seguridad de la ONU instando a la restauración del gobierno de transición dirigido por civiles y los activistas de Sudán movilizándose para las protestas del fin de semana.
La toma del poder, dirigida por el general Abdel Fattah al-Burhan el lunes, mantiene a miles de personas en las calles para rechazar el regreso del gobierno militar y exigir que se vuelva a poner en marcha la transición hacia un gobierno civil.
Testigos dijeron a Reuters que vieron a las fuerzas de seguridad utilizar balas reales y de goma contra los manifestantes en Bahri, al otro lado del río de la capital, Jartum, cuando las protestas nocturnas empezaron a aumentar.
El Consejo de Seguridad expresó su grave preocupación por el golpe e instó a todas las partes a ejercer la máxima moderación y a entablar un diálogo sin condiciones previas.
En una declaración, acordada por consenso, el órgano de 15 miembros también pidió la liberación inmediata de todos los detenidos por los militares.
Por su parte, en la noche del miércoles los ministerios y organismos del estado más poblado de Sudán, Jartum, que incluye la capital y la ciudad gemela Omdurman, dijeron que no se apartarían ni cederían sus funciones.
El principal mercado, los bancos y las gasolineras de Jartum seguían cerrados el jueves. Los hospitales sólo prestaban servicios de urgencia. Las tiendas más pequeñas estaban abiertas, pero había largas colas para comprar pan.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tuiteó que había hablado por teléfono con la ministra de Asuntos Exteriores, Mariam Sadiq al-Mahdi.
Blinken dijo que condenaba la detención de líderes civiles en Sudán y que había discutido con Mahdi "la forma en que Estados Unidos puede apoyar mejor el llamamiento del pueblo sudanés para que se vuelva a una transición a la democracia dirigida por civiles".
A su vez, un funcionario de la ONU instó a Burhan a iniciar un diálogo el primer ministro Abdalla Hamdok y se ofreció a facilitar un acuerdo político.
En un comunicado emitido por la oficina del representante especial de la ONU para Sudán, Volker Perthes, no se indica cómo ha respondido Burhan a la oferta realizada en una reunión celebrada el miércoles.
Asciende a ocho el número de víctimas en las manifestaciones
El número de personas muertas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad desde el lunes ascendió a ocho, con un hombre de 22 años que murió por heridas de bala, según una fuente médica. Los opositores temen que las autoridades dirigidas por el ejército puedan desplegar más fuerza.
La fuente cercana a Hamdok dijo que el primer ministro había pedido a los militares que evitaran la violencia contra los manifestantes.
Los opositores al golpe de Estado han repartido octavillas convocando una "marcha de millones" el sábado contra el régimen militar, recurriendo a los viejos métodos de movilización, ya que las autoridades han restringido el uso de Internet y de los teléfonos.
La protesta se ha convocado bajo el lema "¡fuera!", utilizado en las protestas que hicieron caer a Bashir.
Sudán se encuentra inmerso en una profunda crisis económica, con una inflación récord y escasez de productos básicos. Más de la mitad de la población vive en la pobreza y la desnutrición infantil alcanza el 38%, según Naciones Unidas.