El enviado especial de las Naciones Unidas a Sudán, Volker Perthes, está iniciando conversaciones para resolver la escalada de la crisis política en el país desde que el jefe del ejército, el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, derrocó a sus socios civiles en la autoridad de transición hace más de dos meses. 

En una conferencia de prensa el lunes, Perthes confirmó que todos, "incluidos los partidos políticos, los movimientos armados, la sociedad civil, las asociaciones de mujeres, los comités de resistencia y otros... han sido invitados a participar en las consultas preliminares".

El funcionario de la ONU explicó que él y su equipo sostendrán "conversaciones indirectas con todas las partes",  y destacó que "Naciones Unidas no presentará ningún proyecto, borrador o visión para una solución, y ni siquiera presentará una propuesta para el contenido de los principales asuntos controvertidos, y no adoptará proyecto por ninguna de las partes”.

Señaló que "todos estos son asuntos para los hombres y mujeres sudaneses".

Desde el golpe de Estado del 25 de octubre, el curso de la fase de transición en Sudán, que fue acordada entre militares y fuerzas civiles en agosto de 2019, pocos meses después del derrocamiento del expresidente Omar al-Bashir en el mismo año, se ha visto interrumpido, después  de protestas populares que duraron cuatro meses.

"Todavía no hemos recibido ningún detalle sobre la iniciativa", dijo Jaafar Hassan, portavoz de la principal facción de las Fuerzas por la Libertad y el Cambio, que desempeñó un papel fundamental en las manifestaciones contra Bashir.

Hassan agregó: "Estamos listos para participar en las conversaciones siempre que el objetivo sea reanudar la transición democrática y dejar de lado el régimen golpista, pero estamos en contra de esta iniciativa si tiene como objetivo legitimar el régimen golpista".

La Asociación de Profesionales de Sudán, que también desempeñó un papel fundamental en las protestas que llevaron al derrocamiento de Al-Bashir, anunció el domingo su rechazo a la iniciativa y su "firme adhesión a los tres NO  declarados por las fuerzas de la revolución viva, que son "no a la negociación, no a la asociación, no a dar  legitimidad".

La referida entidad consideró que "la solución es derrocar la autoridad del Consejo Militar y establecer una autoridad popular civil".

Consejo de Soberanía acoge con satisfacción la iniciativa de la ONU

Por su parte, el Consejo de Soberanía de Transición en Sudán dio la bienvenida a la iniciativa de la ONU para resolver la crisis en el país, y pidió la participación de la Unión Africana en los esfuerzos para terminar con éxito la fase de transición.

El Consejo de Transición, encabezado por Abdel Fattah Al-Burhan, renovó su llamado a la necesidad de acelerar la formación de un gobierno, con el objetivo de llenar el vacío ejecutivo, confirmando la aceptación de la renuncia de Abdalla Hamdok a su cargo como primer ministro. 

Respecto a las manifestaciones, el Consejo confirmó que "la libertad de expresión y manifestación es un derecho garantizado para todos". También llamó a comprometerse con la paz.

Señaló que el papel de la policía y los servicios de seguridad durante las manifestaciones se limita a custodiar, proteger y garantizar su  carácter pacífico.

Al mismo tiempo, el Comité Central de Médicos Sudaneses anunció, el lunes, que el número de víctimas de las protestas que piden un gobierno civil desde el 25 de octubre ha aumentado a 63.