Haití rinde homenaje a víctimas del terremoto de 2010
El terremoto del 12 de enero de 2010 provocó la muerte a más de 300 mil personas y el desplazamiento de 1,5 millones de habitantes. El aniversario llega en medio de una grave situación sociopolítica en la isla, agravada por la pandemia.
Cada 12 de enero, desde hace doce años, se celebra en Haití una jornada de reflexión para recordar a las víctimas del terremoto que sacudió a la isla caribeña y que la dejó en una crisis que pareciera no tiene fin.
Durante el homenaje de ayer miércoles 12 de enero, el primer ministro Ariel Henry realizó un acto en el monumento erigido en Saint-Christophe, al norte de Puerto Príncipe, la capital, con una ofrenda floral en recuerdo a todos los que ya no están.
Seguido a esto, Henry participó en una celebración en los jardines del Palacio Nacional, edificio que sigue en ruinas tras el paso del fenómeno natural.
“Doce años después, el país sigue llorando a sus muertos y las heridas siguen abiertas. Que Dios siga velando por Haití”, dijo el jefe de Gobierno.
Durante la jornada de reflexión y a petición del Gobierno, las banderas de Haití ondearon a media asta, las discotecas y otros establecimientos estuvieron cerrados y las emisoras de radio y televisión adaptaron su programación.
El 12 de enero de 2010, el movimiento telúrico de magnitud 7 en la escala de Richter provocó la muerte de más de 300 mil personas, en su mayoría en la capital, causó el desplazamiento de 1,5 millones de haitianos y dejó pérdidas económicas que en ese momento alcanzaron los 4 400 millones de dólares. Una crisis que provocó una ola de violencia desproporcionada
Las conmemoraciones del terremoto de 2010 en Haití se producen en un momento de grave crisis política, económica y social, tras los acontecimientos trágicos ocurridos en 2021.
Uno de los máximos exponentes de la inestabilidad e inseguridad en el país fue el asesinato de Jovenel Moïse en su residencia el 7 de julio de ese año. Hasta ahora, el magnicidio no se ha resuelto y son varias las hipótesis que se contemplan sobre los responsables de su muerte.
“Seis meses después del trágico asesinato de Jovenel Moïse no hay investigación adicional. Ninguna investigación judicial”, denunció la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDH) en un informe publicado el pasado 6 de enero.
Se suponía que Haití celebraría elecciones presidenciales en 2020 para formar una nueva legislatura, sin embargo, la votación se suspendió debido a disputas sobre la legitimidad del Consejo Electoral y luego, cuando Ariel Henry tomó las riendas del país como primer ministro, fueron aplazadas por un fuerte terremoto el 14 de agosto que mató a más de 2 200 personas, dejó cerca de 12 000 herido y más de 690 mil damnificados.
Por ahora, miles de damnificados siguen esperando la ayuda del Gobierno y viven en tiendas de campaña a la intemperie.
Además de esto, las pandillas han tomado el control en muchas partes de la isla y han aumentado los secuestros y asesinato de extranjeros, entre ellos, la muerte de dos periodistas canadienses la semana pasada.
Según el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos en Haití, los grupos armados ilegales controlan casi el 60 por ciento del territorio nacional.
En varias ocasiones, muchos habitantes de Puerto Príncipe y otras ciudades han salido a las calles para protestar contra la violencia indiscriminada, los saqueos y la falta de alimentos y combustible que amenaza al transporte y sobre todo los servicios esenciales, como hospitales y centros de salud.