Representante del FMI: Túnez debe llevar a cabo reformas muy profundas
Túnez conoció, debido a la pandemia de la COVID-19, "la mayor recesión económica desde su independencia" en 1956.
Jerome Fasche, representante del Fondo Monetario Internacional en Túnez, subrayó que este país, que busca fuentes de financiación internacionales, debe llevar a cabo "reformas muy profundas", en particular reducir el tamaño del sector público.
Fasche indicó, al final de sus tres años en el cargo, en entrevista con la agencia France Presse, que Túnez conoció, debido a la pandemia de la COVID-19, "la mayor recesión económica desde su independencia" en 1956. Pero subrayó que "los problemas del país fueron un precedente (de la pandemia), especialmente el déficit presupuestario y la deuda pública (llegó a cerca del 100 % del PIB a fines de 2021), que se agudizaron".
Luego de que el PIB se desplomara alrededor de un 9 % en 2020, el crecimiento volvió a registrar un poco más del 3 % en 2021, y se espera que el mismo porcentaje sea en 2022.
Fasche consideró que el crecimiento "sigue siendo débil y en gran medida insuficiente" para absorber la tasa de paro, que supera el 18 %, y "también elevada entre los jóvenes titulados". Sin embargo, señaló que "la mano de obra calificada es un factor que constituye las bazas del país.
Desde su formación en octubre pasado, más de dos meses después de la decisión del presidente Kais Saied de congelar el Parlamento y destituir el gobierno el 25 de julio, el gobierno de Najla Boden ha solicitado un nuevo programa de asistencia al Fondo Monetario Internacional.
Pero Fasche enfatizó que las conversaciones aún se encuentran en una etapa preliminar, ya que el FMI primero quiere "conocer las intenciones de las autoridades en términos de reformas económicas, porque se necesitan reformas estructurales muy profundas".
Fasheh enumeró temas urgentes, entre ellos el "gran peso" de los empleados del sector público (16 % del PIB), ya que los salarios de los 650 000 empleados oficiales representan más de la mitad de los gastos anuales del Estado "sin contar las autoridades locales y las empresas públicas".
Otro tema urgente es el inicio de una "reforma profunda de las empresas públicas" que trabajan en diversos campos de las comunicaciones, la electricidad, el agua potable y el transporte aéreo, que suelen gozar de un monopolio y emplean al menos a 150 000 personas.
El funcionario subrayó que "también se debe hacer un gran esfuerzo en términos de efectividad en relación con lo que la gente espera en términos de servicios públicos".
Destacó que "la rigidez del presupuesto se ve agravada por la carga de los subsidios públicos", destacando en particular el "carácter desigual de los de los combustibles".
El Fondo Monetario Internacional pide que la reforma del sistema de subsidios (para combustibles y productos básicos) vaya acompañada de mecanismos de compensación dirigidos a los más necesitados.