Cobardía política impide cierre de la prisión de Guantánamo
"¿Cómo he perjudicado a Estados Unidos para que ese país tenga que hacerme esto? Y, por supuesto, nunca hubo una respuesta", dijo Moazzam Begg (Begg), un pakistaní británico que estuvo detenido extrajudicialmente por el gobierno estadounidense en la cárcel de Guantánamo, territorio cubano ilegalmente ocupado.
El 11 de enero se cumplieron 20 años de la apertura del campo de detención de la Bahía de Guantánamo, la tristemente célebre prisión estadounidense, situada en territorio cubano ilegalmente ocupado.
"¿Cómo he perjudicado a Estados Unidos para que éste tenga que hacerme esto? Y, por supuesto, nunca hubo una respuesta", dijo Moazzam Begg (Begg), un pakistaní británico que estuvo detenido extrajudicialmente por el gobierno estadounidense en Guantánamo, al reportero de Global Times (GT) Wang Wenwen en una entrevista reciente.
En su conversación con GT, Begg contó que estuvo retenido durante tres años, uno en Bagram, en Afganistán, y dos años en Guantánamo, Cuba.
"Una de las peores torturas que experimenté fue ser testigo de la muerte de dos prisioneros. A uno le ataron las manos por encima de la cabeza a la parte superior de la jaula. Lo suspendieron así y lo golpearon repetidamente hasta que lo mataron. La otra cosa que presencié, fue el sonido de una mujer gritando en la celda de al lado que me hicieron creer que era mi esposa siendo torturada. Mientras estaba atado y era interrogado por la CIA y el FBI, me ponían fotos de mis hijos delante de la cara y me amenazaban con enviarme a otros países para ser torturado", relató.
Begg señala que conoce que muchas personas han estado detenidas durante 15, 16 años sin cargos ni juicio. Algunas de ellas han sido sometidas a la conocida técnica de tortura medieval llamada waterboarding, en la que se hace sentir a la persona que se ahoga, aunque esté atada a un búnker o a una cama. Y se les echa agua encima.
"Hay numerosas técnicas de tortura que han sido empleadas por Estados Unidos, por la CIA, por el ejército estadounidense. Como he dicho, probablemente la peor forma de tortura es retener a alguien sin cargos ni juicio, sin decirle siquiera qué delito ha cometido. Está pagando el precio máximo de su libertad", dijo.
Según, las creencias religiosas fueron violadas especialmente en los primeros días. "No hay duda de que esto ocurrió. Estábamos separados unos de otros. No podíamos rezar en congregación en los primeros años. No sabíamos cuándo llegaba el Ramadán. No conocíamos los horarios de oración. Vimos cómo los soldados estadounidenses hacían pedazos el propio Corán y lo tiraban al retrete. Hubo todo tipo de abusos y profanaciones del Corán que nos obligaron a responder, a protestar".
El exprisionero contó que la tortura física fue probablemente menor que la parte mental. "La parte física, en los primeros días, nos desnudaban, nos golpeaban, nos afeitaban el pelo, nos afeitaban la barba, nos hacían fotos muy comprometedoras y muy degradantes. Este tipo de situación duró al menos un año hasta que fui a Guantánamo. Estuve allí durante dos años en régimen de aislamiento total, sin acceso a otros seres humanos. Por mi estado mental, en algunas ocasiones, perdí el control y pregunté repetidamente a mis captores estadounidenses: ¿Qué he hecho? ¿Cómo los he dañado? ¿Cómo he perjudicado a Estados Unidos para que este país tenga que hacerme esto? Y, por supuesto, nunca había una respuesta".
De acuerdo con Begg siempre fue difícil comunicarse con la familia, pues no se permitián llamadas telefónicas ni visitas.
Estados Unidos retuvo a 779 prisioneros en Guantánamo. Todavía hay 39 allí. Ninguno de los prisioneros nunca disculpado o compensado. A pesar de que el gobierno estadounidense, bajo el mandato de Obama, emitió un informe del Senado en el que reconocen que cientos de personas fueron torturadas, no ha habido rendición de cuentas, ni procesamientos, ni compensaciones, ni disculpas. Estados Unidos ha podido salirse con la suya con lo que todo el mundo consideraría crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.
¿Por qué sigue abierto el campo de detención de Guantánamo? ¿Cerrará algún día? Esa la pregunta que seguimos planteando a Estados Unidos, dijo Begg.
Una respuesta: la tortura. Estados Unidos torturó a muchas personas e intentó utilizar esas pruebas de la tortura para procesar a algunas de ellas. Solo un puñado de esos 39, unos diez, fueron acusados, pero no pudieron utilizar las pruebas de la tortura en los tribunales estadounidenses.
A juicio de Begg, es de esperar que Joe Biden cumpla lo que su anterior líder, Obama, prometió hacer: cerrar Guantánamo. "Él era vicepresidente en ese momento. Esperábamos que lo cumpliera. Pero la verdad es que Guantánamo ha sido un proyecto bipartidista de los Estados Unidos de América", señaló el exprisionero.
Por desgracia, ninguno de los presidentes de los Estados Unidos de América ha sido capaz de hacer lo que todos los presidentes, incluido George Bush, han dicho.
"La verdad es que el presidente de Estados Unidos es el comandante en jefe de todas las fuerzas estadounidenses, de todos los militares de Estados Unidos. Guantánamo es una base militar. Él puede fácilmente aprobar una orden ejecutiva para que se cierre el lugar como comandante en jefe de las fuerzas. Y el hecho de que no haya sucedido muestra que todavía hay una cobardía política que ha impedido que esto suceda", concluye Begg.