El líder de la delegación de los talibanes que se encuentra en Noruega, el ministro afgano de Asuntos Exteriores Amir Khan Mutt, ha calificado las reuniones como un éxito. De igual manera, ha manifestado su confianza en recabar apoyo internacional destinado a sectores cruciales para el desarrollo del país.

"Venir a Noruega y que Noruega nos  proporcione esta oportunidad, es un logro en sí mismo porque compartimos el escenario con el mundo. Hemos tenido muchas buenas reuniones. Salimos de ellas seguros de conseguir apoyo para los sectores de educación, sanidad y ayuda humanitaria", dijo Amir Khan Muttaqi, ministro de Asuntos Exteriores afgano.

Recientemente, el gobierno noruego aseguró quería poner "exigencias tangibles" a los talibanes durante la reunión, en la última jornada de la controvertida primera visita a Europa de los islamistas desde su regreso al poder en Afganistán.

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La delegación está desde el sábado anterior en Noruega para discutir la urgencia humanitaria de su país, afectado por sequías y la congelación de la ayuda internacional y con más de media población amenazada de hambruna.

Tras reunirse con miembros de la sociedad civil afgana el domingo y diplomáticos occidentales el lunes, los talibanes concluyen su visita con encuentros con un responsable político noruego y oenegés del país escandinavo.

"No es el comienzo de un proceso abierto e infinito en el tiempo", declaró el secretario de Estado Henrik Thune, que se reunirá con los representantes talibanes a las 10H30 (09H30 GMT). "Vamos a avanzar exigencias tangibles de las que podremos asegurar un seguimiento y ver si las cumplen", indicó el lunes pasado a la agencia noruega NTB.

Además de poder suministrar la ayuda humanitaria directamente a la población, las exigencias son  principalmente sobre derechos humanos, en particular de mujeres y minorías, como el acceso a la educación y a la sanidad, el derecho a trabajar o la libertad de movimiento, según NTB.

También, el caso de dos feministas desaparecidas la semana pasada en Kabul tras una manifestación. Los talibanes niegan cualquier implicación.

Derrotados en 2001 y regresados al poder en agosto, los talibanes contemplan esta visita a Noruega como un paso hacia el reconocimiento internacional y el desbloqueo de la ayuda financiera.