Johnson asegura que no intenta bloquear el informe del "partygate"
Boris Johnson y la policía británica se enfrentan a las críticas por retrasar el informe sobre el escándalo del "partygate", pero ambas partes aseguran que no están tratando de bloquearlo.
La policía londinense ha negado este viernes las acusaciones a las que se enfrenta por retrasar una esperada investigación del Gobierno sobre las fiestas ilegales de Downing Street celebradas durante el estricto bloqueo del COVID-19 mientras el virus asolaba el Reino Unido.
Las fiestas en cuestión han puesto al primer ministro Boris Johnson en el punto de mira, poniendo en peligro su futuro político a medida que se acumulan las acusaciones contra el premier conservador que rompió las reglas que su gobierno había puesto en marcha.
Semanas después que la opinión pública descubriera los partidos, Johnson se vio obligado a ordenar a un alto funcionario que investigara las denuncias, y el informe debía publicarse esta semana.
La investigación sobre el escándalo del "partygate" aún no ha salido a la luz, lo que hace pensar que la participación de la policía esta semana podría impedir la divulgación de todos los detalles.
El portavoz de Johnson afirmó que el Gobierno quería asegurarse de que el informe interno no "se cruzara" con la investigación policial, para no perjudicar cualquier futuro proceso judicial.
"No buscamos de ninguna manera bloquear el informe", dijo a los periodistas.
"No hemos retrasado este informe, y el momento de su publicación es un asunto del equipo de investigación de la Oficina del Gabinete", dijo la Policía Metropolitana en un comunicado.
La policía dijo después que los detectives que dirigen la investigación recibieron materiales que habían solicitado a la Oficina del Gabinete, el departamento gubernamental que apoya a Johnson.
Los agentes examinarán los materiales "en detalle" y "sin miedo ni favor", dijo la comandante Catherine Roper.
La policía no quiere que salgan a la luz detalles mientras investiga posibles infracciones de la legislación sobre el coronavirus, que, según dijo, podrían ser castigadas con multas.
Las revelaciones del "partygate" provocaron llamamientos para que Johnson dimitiera, ya que causaron un gran enfado público y político.
El retraso en la entrega del informe ha beneficiado a Johthe premier, dándole un respiro después de que prometiera dirigirse al parlamento tan pronto como el informe se hiciera público.
Diputados conservadores de todo el espectro buscan ahora la forma de destituir a Johnson de su cargo tras su criticada y llamativa entrevista en la que afirmó que "nadie me advirtió de que iba contra las normas" organizar una fiesta para beber en Downing Street durante el primer cierre.
Muchas figuras tories creen que la publicación del informe final incriminará con toda seguridad a Johnson y, por tanto, han comenzado a entregar o redactar cartas que desencadenen una contienda por el liderazgo.
El escándalo ha provocado incluso la deserción de un diputado tory al partido laborista de la oposición. Christian Wakeford dijo que Johnson y su partido conservador han demostrado ser "incapaces de ofrecer el liderazgo y el gobierno que este país merece".
Este escándalo del "partygate" puede convertirse en el punto de inflexión para el primer ministro, que se ha visto envuelto en polémicas que van desde el incumplimiento de normas hasta la más absoluta corrupción.