¿Por qué la confesión de Clíver Alcalá "compromete la seguridad nacional de EE.UU"?
¿Qué información está suministrando para que la inteligencia estadounidense concluya que debe mantenerse en secreto?
Estados Unidos no quiere que se divulguen los materiales clasificados que supuestamente "involucran a Venezuela con el narcotráfico". ¿Qué información está suministrando Clíver Alcalá Cordones para que la inteligencia estadounidense concluya que debe mantenerse en secreto?
Alcalá, que estuvo vinculado a los planes de atentado contra el presidente Nicolás Maduro en la llamada Operación Gedeón, entre otros, fue extraditado a Estados Unidos en marzo de 2020 desde Colombia, luego de que este se entregara con la promesa de suministrar información que presuntamente vinculaba al gobierno venezolano con el narcotráfico.
Desde 2011 el Departamento de Justicia estadounidense lo calificó como narcotraficante y estaba ofreciendo 10 millones de dólares por su captura. Actualmente está recluido en Nueva York sin ser sentenciado.
Lo que ha dicho Alcalá hasta el momento en el juicio es que la inteligencia de Estados Unidos estaba al tanto de todas las operaciones terroristas contra Maduro, incluso participaron ciudadanos estadounidenses y una contratista de ese país. Un secreto a voces.
Aunque aún no se sabe a ciencia cierta qué es lo que no quieren que salga a la luz, los fiscales de Nueva York quieren conservar pruebas que contengan "secretos de estado".
"Argumentan que la divulgación de material clasificado causaría 'daños graves a la seguridad nacional'", señaló el periodista de AP, Joshua Goodman, quien dijo que el juez Hellerstein tiene la última palabra y, en efecto, fue así.
"El juez Hellerstein, en menos de 24 horas, concede la solicitud de los fiscales de mantener en secreto los materiales clasificados que involucran a Venezuela que, según los funcionarios de inteligencia de los EE.UU., traerían 'daños graves a la seguridad nacional'", refirió ese mismo día Goodman.
De acuerdo a las investigaciones del Estado venezolano, las confesiones de los contratistas mercenarios que planificaron la Operación Gedeón y el mismo Alcalá, tanto las estructuras de inteligencia de Colombia como las de Estados Unidos, así como la Casa Blanca (durante la administración Trump), tenían conocimiento de y dieron el visto a la invasión armada que pretendía secuestrar e incluso asesinar al presidente Nicolás Maduro y a otros líderes chavistas.