La justicia social busca el equilibrio entre los diferentes sectores de la sociedad
Se celebra hoy Día Mundial de la justicia social. La ONU reconoce que el desarrollo y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones.
Cada 20 de febrero se celebra, instituido por el sistema de la Organización de Naciones Unidas, el Día Mundial de la Justicia Social el cual busca apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los géneros y el acceso al bienestar social y la justicia social para todas las personas.
El 26 de noviembre de 2007, la Asamblea General de la ONU declara que, a partir de su sexagésimo tercer periodo de sesiones, el 20 de febrero de cada año se celebrará el Día Mundial de la Justicia Social, e instaba a las organizaciones del sistema a adoptar resoluciones y medidas similares.
De conformidad con lo anterior, la ONU reconoce que "el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales".
Según la ONU, la justicia social pretende el equilibrio entre los diferentes sectores de la sociedad y para lograr dichos objetivos es necesario conservar y desarrollar los siguientes derechos fundamentales: educación, salud, alimentación adecuada y vivienda digna, derecho al trabajo debidamente remunerado, divulgación de la cultura solidaria.
Uno de los aspectos básicos de la justicia social es el relacionado con el acceso a un empleo de calidad. En ese sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó por unanimidad una declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa el 10 de junio de 2008, la cual era, para la fecha la tercera declaración de principios y políticas de gran alcance adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo desde la Constitución de la OIT en 1919.
En ese sentido, se considera a esta declaración como sucesora de la Declaración de Filadelfia, de 1944, y de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, de 1998, por ello, la Declaración de 2008 expresa la visión contemporánea del mandato de la OIT en la era de la globalización.
La OIT recuerda, para la conmemoración de este año, que más del 60 por ciento de la población mundial empleada, es decir, dos mil millones de mujeres, hombres y jóvenes, se ganan la vida en la economía informal, y que la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los trabajadores informales porque, habitualmente, carecen de cualquier forma de protección social o beneficios relacionados con el empleo.
Por esa razón, la OIT apunta que los trabajadores informales tienen el doble de probabilidades de ser pobres en comparación con los trabajadores de sectores formales de la economía, sobre todo si se tiene en cuenta que la mayoría de las personas que ingresan a la economía informal no lo hacen por elección, sino debido a la falta de oportunidades en la economía formal.
Ante tal escenario, la ONU llama a promover la transición a la formalidad de estos empleos como una condición necesaria para reducir la pobreza y las desigualdades, así como promover el trabajo decente, aumentar la productividad y la sostenibilidad de las empresas y ampliar el campo de acción de los Gobiernos nacionales, en especial en tiempos de crisis.
En particular, este año 2022, la OIT llama a centrar los esfuerzos de este Día Mundial de la Justicia Social en eliminar el trabajo infantil.