El ministro libanés del Interior y Municipios, Bassam Mawlawi, comunicó -después de recibir información sobre el estado de los depósitos de productos químicos pertenecientes a la planta térmica de Al-Zouk-, que presentó un informe detallado de advertencia al gabinete, pidiendo una inmediata acción para remover todo lo que pudiera causar algún peligro.

El comunicado indicó que “la actual situación de seguridad de la planta es inadecuada por la presencia de brechas en el cerco técnico y la falta de guardias de vigilancia, lo que permite el ingreso de personas a su recinto, donde se encuentran tanques de hidrógeno y fueloil, y algunos materiales peligrosos caducados".

Al-Mawlawi llamó la atención del gabinete sobre “la necesidad de asegurar guardias para la planta térmica de Al-Zouk y todas sus instalaciones, hasta que la gerencia de la planta pueda completar el trabajo de mantenimiento, y asigne al Ministerio de Energía y Agua  desmantelar la antigua fábrica o vaciarla de materiales peligrosos”.

El Consejo de Ministros decidió encargar al ejército la seguridad de un puesto de vigilancia, inspeccionar los materiales existentes y tomar las medidas necesarias para evitar los daños que pudieran derivarse de los mismos, y trabajar para su traslado y retirada inmediata.