¿Podría ser inminente la entrada de Finlandia a la OTAN?
Finlandia decidirá su ingreso en la OTAN tan pronto como en mayo, según el Primer Ministro finlandés Alexander Stubb.
El apoyo público y el impulso político a la entrada de Finlandia en la OTAN han alcanzado un máximo histórico, lo que aumenta la posibilidad muy real de que las fronteras de la alianza con Rusia se amplíen en más de 515 kilómetros en cuestión de meses.
La posible entrada de Finlandia en la OTAN supondría el cambio más importante en la arquitectura de seguridad europea en años.
Se espera que a finales de este mes el gobierno finlandés presente al parlamento un informe sobre el cambiante entorno de seguridad, que dará inicio a un debate y, eventualmente, a una recomendación sobre la solicitud de ingreso en la OTAN.
Según una encuesta reciente, el 60 por ciento de los finlandeses apoya ahora el ingreso en la OTAN, lo que supone un aumento de 34 puntos con respecto al otoño pasado y el nivel más alto desde que se iniciaron las encuestas sobre esta cuestión en 1998.
Por su parte, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo esta semana que si Suecia y Finlandia deciden solicitar el ingreso, "los 30 aliados les darán la bienvenida".
En entrevista con Axios, el primer ministro finlandés, Alexander Stubb, declaró: "Creo que los finlandeses en este momento se dejan llevar por lo que yo llamo miedo racional".
"Hay que equilibrar entre el realismo y el idealismo. El realismo consiste en tener un fuerte ejército de pie como el que tenemos, y el idealismo es intentar cooperar con un gran vecino", dijo Stubb.
También señaló, citado por Axios, que el gobierno podría decidir su ingreso en la OTAN ya en mayo.
Rusia ha declarado en repetidas ocasiones que responderá si Finlandia se convierte en miembro de la OTAN.
Moscú lleva meses advirtiendo de la amenaza que suponen para ella los intentos de la OTAN de expandirse hacia el este, lo que ocurrió simultáneamente con un aumento de la actividad militar de la OTAN a lo largo de las fronteras de Rusia, y el envío de lotes de armas letales a Ucrania.
El 24 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin autorizó una operación militar especial en Donbass por los constantes bombardeos ucranianos contra las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, cuya independencia reconoció Moscú unos días antes de la operación.