Consejo de Seguridad trata ola de violencia en Colombia
Es la primera vez que el presidente colombiano interviene ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Organizaciones, movimientos sociales y fuerzas políticas de oposición han criticado la presencia de Iván Duque en la reunión
La violencia y asesinatos a líderes y lideresas sociales en Colombia fue uno de los temasque trataron ayer este martes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en la que participó el presidente de ese país, Iván Duque.
Duque, reconoció en su intervención la amenaza del narcotráfico en su país, problema que consideró el mayor enemigo en la construcción de la paz.
El mandatario se enfocó en hacer valer avances durante su administración y habló muy poco de las numerosas denuncias por el asesinato de activistas y líderes sociales y de la persistente violencia en varias regiones de su nación.
Manos asesinas del narcotráfico siguen lacerando algunas regiones de Colombia, indicó Duque al organismo de Naciones Unidas encargado de velar por la seguridad internacional.
También dijo que para enfrentar las amenazas del tráfico ilícito de drogas hay que emplear todas las herramientas disponibles y tener en cuenta la colaboración en la lucha contra el narcotráfico de los países principales receptores de esas sustancias ilícitas.
Por su parte, el representante especial del secretario general para Colombia, Carlos Ruiz Massieu, advirtió sobre el aumento de la violencia en varias zonas de ese territorio.
En ese sentido, lamentó que siga el sufrimiento en comunidades que fueron víctimas durante años del conflicto armado, como las indígenas y las afrocolombianas.
Hay que detener la violencia y hacer mucho más para mejorar la situación de seguridad en varias localidades, enfatizó Massieu.
Por ejemplo, en Arauca existe un escenario muy crítico, más de cien personas asesinadas y miles de desplazados por la fuerza, en tanto grupos armados ilegales continúan operando en diversas localidades.
Si bien existen ciertos avances en la construcción de la paz, no se pueden minimizar los retos y riesgos que amenazan ese proceso, como la persistente violencia, recalcó Ruiz Massieu.
Espero que el nuevo Congreso, que arrancará en julio, impulse temas legislativos aún pendientes del Acuerdo de Paz, apuntó el alto representante de la ONU.
Naciones Unidas ha llamado en reiteradas ocasiones a fortalecer la presencia del Estado con el fin de frenar la violencia en zonas priorizadas para la implementación del Acuerdo y velar por la estabilidad.
El Gobierno de Bogotá intenta promover un panorama de éxitos en sus programas de implementación del pacto, pese a las numerosas denuncias y reclamos ciudadanos y de organizaciones políticas y sociales.
Recientemente, la Misión de Verificación de la ONU en Colombia dio a conocer el balance del secretario general sobre los adelantos y desafíos en la implementación del Acuerdo Final de Paz en Colombia, durante el período del 28 de diciembre de 2021 al 25 de marzo de 2022.
Ese documento indica que los progresos "seguirán siendo vulnerables a menos que se den pasos firmes y eficaces para consolidar la seguridad en todo el país de la manera integral prevista en el Acuerdo Final".
Esta la primera vez que el presidente colombiano interviene ante el Consejo de Seguridad de la ONU, órgano que estableció la Misión de Verificación de la implementación del acuerdo de paz, cuyo mandato fue prorrogado hasta el 31 de octubre de 2022.
Organizaciones, movimientos sociales y fuerzas políticas de oposición han criticado la intervención del mandatario colombiano al no permitir la presencia de víctimas de la reciente ola de violencia en la sede del Consejo de Seguridad.
La visita del jefe de Estado se produce a pocos días de un reciente reporte del organismo multilateral que expresa preocupación por el aumento de la violencia en varios departamentos del país como Chocó, Putumayo y Arauca.
De acuerdo con el informe sobre la situación en Colombia, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, la población civil es la más afectada por la ola de violencia, incluidas las comunidades indígenas y afrocolombianas.
El documento recuerda que, desde la firma del Acuerdo de Paz en septiembre de 2016, han sido asesinados 315 excombatientes, de los que 11 ocurrieron en el último trimestre.