En Colombia asesinan un líder social cada dos días
Los grupos armados han matado a 1 298 líderes sociales desde que se firmó el acuerdo de paz, en 2016, y Tumaco es el epicentro del horror. Desde allí, los activistas cuentan cómo es vivir con una sentencia de muerte solo por querer defender su territorio.
Colombia es el país más peligroso del mundo para los líderes sociales. Desde octubre de 2016, cuando la guerrilla de las FARC se desmovilizó, hasta hoy, los grupos armados han matado a 1 298 activistas, más de uno cada dos días, según las bases de datos de la ONG Indepaz, señala el diario español El País.
La cifra aumenta cada semana y Tumaco es el epicentro de ese horror. En seis años han sido asesinados 72. En su mayoría indígenas de la comunidad Awá. ¿Quién los mata? ¿Por qué motivos? ¿Qué intereses económicos hay detrás? ¿Por qué el Estado no los protege?, ¿Qué pasa en una comunidad cuando asesinan a un defensor de derechos humanos, a un reclamante de tierras, a un miembro de la junta de acción comunal o a un líder ambiental?
Casi el 90 por ciento del territorio rural de Tumaco está constituido por consejos comunitarios de comunidades negras y por cabildos indígenas. La tierra allí es colectiva y hay autoridades étnicas ancestrales, reconocidas por el Ministerio del Interior. En el municipio, los líderes sociales no son considerados miembros comunes y corrientes de la sociedad civil.
Son ellos quienes tratan de evitar que los grupos armados recluten jóvenes en los territorios o intentan impedir que declaren objetivo militar a alguien de la comunidad. Son ellos quienes deben recoger los cadáveres de sus muertos. Por eso los matan.
Mientras, Telesur indica que el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) denunció el sábado último el asesinato de un nuevo líder social, en esta ocasión el hecho suscitó en el departamento de Antioquia.
De acuerdo a Indepaz, la víctima respondía al nombre de Socio Fernando Domicó quien era un indígena del pueblo Embera Eyábida, "participó en proyectos dentro de su comunidad, impulsando distintas acciones por medio del arte", detallan.
Reportes señalan que Fernando Domicó fue asesinado en el municipio de Dabeiba, específicamente en el resguardo indígena Choromandó. Al igual que en varias zonas del país, la Defensoría del Pueblo había emitido una alerta para los municipios de Dabeiba, Frontino y Peque.
👥 Socio Fernando Domicó
— INDEPAZ (@Indepaz) May 14, 2022
📆 Fecha: 14/05/22
📍 Lugar: Dabeiba, Antioquia
⚠️ Con Socio Fernando Domicó serían 74 los líderes/as y defensores de DDHH asesinados en 2022. pic.twitter.com/O72A43XrnD
Continúa el rotativo español señalando que William García Pai, coordinador general de la guardia indígena Awá del pacífico nariñense, tuvo que salir huyendo de su territorio por amenazas de muerte. Ahora vive en la zona urbana de Tumaco y desde ahí ha seguido luchando por tratar de proteger a su comunidad.
“El año pasado tuvimos cuatro resguardos confinados por la guerra, no podíamos salir de territorio”. García Pai viste orgulloso su mochila y el chaleco de la guardia. Cuenta que la gente no pudo ir al pueblo durante varios meses por el conflicto. “Había muchas minas antipersona en el territorio y no podíamos ir a trabajar por temor a que en cualquier momento hubiera enfrentamientos”. Hoy en día aún hay comunidades que siguen encerradas en sus resguardos por culpa
Los líderes indígenas compañeros de García Pai siguen cayendo uno tras otro sin que nadie haga nada. Las personas que han asesinado luchaban por el mejor vivir de sus comunidades. El asedio, la persecución y la muerte de los líderes indígenas no solo se da en Tumaco. Desde que se firmó el acuerdo, han sido asesinados 363 líderes indígenas en Colombia, entre ellos Breiner David Cucuñame, un niño de 14 años, miembro de la guardia del Cauca.
Desde que se firmó el acuerdo, han sido asesinados 363 líderes indígenas en Colombia, entre ellos Breiner David Cucuñame, un niño de 14 años, miembro de la guardia indígena del Cauca
El último de los asesinatos ocurrió en Tumaco el 20 de febrero de este año. Bolívar Lavin Delgado era miembro de la Guardia Indígena del Resguardo Piguambí Palangala, el mismo al que pertenece García Pai. “Sabemos que salió de su casa a las tres de la tarde a cazar y no regresó. Cuando fuimos a buscarlo, lo encontramos asesinado a balazos”, dice el coordinador de la guardia. Bolívar Lavin dejó una niña huérfana, una viuda y una estela de miedo en su comunidad.
Cuando la guerrilla entrega las armas, las disidencias y los paramilitares entran a disputar el control del territorio. Estas nuevas organizaciones criminales, según Lenis, no tienen ninguna ideología y solo les interesa el narcotráfico.
La guerrilla entregó las armas, pero el Estado no hizo presencia. El Estado le falló a las comunidades, les falló a los niños y jóvenes de Tumaco. Conocedores del tema señalan que les tocó un Estado que nunca ha estado.
Después de la firma del acuerdo de paz y la desmovilización voluntaria de la mayoría de estructuras guerrilleras, los grupos paramilitares y las disidencias comenzaron a armar sus propias fuerzas para ejercer control sobre los cultivos ilícitos y las rutas del narcotráfico. Los que más sintieron los efectos de esta reconfiguración fueron los líderes sociales.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) denunció este sábado el asesinato de un nuevo líder social en Colombia, en esta ocasión el hecho suscitó en el departamento de Antioquia.
La situación humanitaria en Colombia es dramática, en lo corrido del presente año se han asesinado 74 líderes sociales y 20 excombatientes, al mismo tiempo, se han perpetrado 39 masacres.