Estados Unidos deberá competir con China en América Latina
El sitio digital Real Clear Politics introdujo este tema en el contexto de la criticada política de Estados Unidos de excluir a varias naciones de la Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio en Los Ángeles, California.
Un artículo publicado en el sitio digital Real Clear Politics consideró que tras los resultados de la Cumbre de las Américas, Estados Unidos debe poner en marcha una estrategia global para competir con China y hacer avanzar el hemisferio occidental.
El comentario es suscrito por el doctor Orit Frenkel, director general de la Iniciativa de Liderazgo Americano, quien señala que Washington por primera vez en estos eventos desde 1994 tiene en la cumbre una importante oportunidad para escuchar a los socios estadounidenses y debatir ideas para el progreso de la región.
Sin embargo, precisó el experto lo que ocurra después de la cumbre es aún más importante que la reunión por el lugar actual de China en el hemisferio occidental.
A lo largo de la última década, China ha agudizado su enfoque en los países considerados en la zona de influencia de Estados Unidos. El comercio de China con América Central y América Latina se disparó de 18 mil millones de dólares en 2002 a 449 mil millones de dólares en 2021, lo que la convierte en el segundo socio comercial global de la región y en el mayor socio comercial de Brasil, Perú, Uruguay y Chile.
Su inversión en el área también creció de forma espectacular, con su iniciativa "Belt and Road", que ya se encuentra en 20 países de la región y supone una inversión de más de 140 mil millones de dólares.
Subrayó Frenkel que las inversiones de China son carácter estratégico, centrándose en las infraestructuras y los puertos. También realizaron adquisiciones que le dan acceso a recursos naturales y materias primas clave.
El analista insta al presidente Joe Biden a “anunciar un nuevo enfoque integral para América Latina". De lo contrario, agregó, corre el riesgo de ceder la región a China. Estados Unidos debería mirar a América Latina mientras trabaja para diversificar sus fuentes de suministro desde Rusia y China.
Para fomentar el "nearshoring" y el "friend-shoring" -trabajar con países que comparten normas y valores para operar a nivel global-, Estados Unidos debe ofrecer a estos países un importante desarrollo de capacidades para contrarrestar la generosidad de China y ayudar a la región a convertirse en un destino de aprovisionamiento atractivo para las empresas estadounidenses.
En otra parte de sus valoraciones el experto plantea que Washington debería trabajar con grupos de países de la región, como los países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), para facilitar la armonización aduanera y normativa a través de las fronteras y agilizar los cuellos de botella en el transporte para ayudar a estos países a ser más competitivos.
Concluyó Frenkel que la relación de Estados Unidos con Centroamérica y América Latina se ha centrado a menudo en cuestiones polémicas como el narcotráfico y la migración, más que en la prosperidad regional.
Ahora es el momento, puntualizó, de que el presidente Biden trace un nuevo rumbo anunciando una gran inversión en el hemisferio occidental y una asociación económica que aumente la prosperidad de la región y eleve a los trabajadores de todo el hemisferio, algo que expertos consideran difícil atendiendo el record histórico de los estadounidenses de aprovecharse y someter a sus socios al sur del Rio Bravo.