Cuba condena su exclusión de los trabajos de la llamada Cumbre de las Américas (+ Video)
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, auguró el fracaso de la llamada Cumbre de las Américas y sus posibles acuerdos dado el carácter excluyente de la misma.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, criticó este miércoles la exclusión de su país y de los representantes de la sociedad civil cubana en los trabajos de la llamada Cumbre de las Américas, la cual se celebra esta semana en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, al tiempo que auguró el fracaso de la misma.
Así lo manifestó el mandatario durante un encuentro en La Habana con los representantes de la sociedad civil cubana que fueron excluidos por el Gobierno de Estados Unidos,
En el encuentro, Díaz-Canel comenzó recordando las críticas del héroe nacional cubano, José Martí, a las llamadas conferencias monetarias americanas del siglo XIX, también en EE.UU., como precursoras del panamericanismo injerencista de Washington en la región.
En un recorrido histórico sobre el carácter de las relaciones de Estados Unidos con las países de la región, Díaz-Canel hizo alusión a la Conferencia Panamericana de La Habana en 1928, hospedada por el tirano cubano Gerardo Machado, ocasión en la cual recibió al presidente estadounidense Calvin Colidge y diplomáticos cubanos llegaron a alabar la intervención estadounidense en la región".
"Estados Unidos se hubiera sentido muy cómodo si la de Los Ángeles fuera una reunión como aquella de La Habana", sentenció el mandatario cubano
De igual manera, rememoró las palabras del expresidente cubano, Raúl Castro, en la reunión cumbre de Panamá en 2015, ocasión en la cual el líder cubano llamó a saltarse las diferencias para centrarse en los asuntos que importan a Estados Unidos y la región latinoamericana; llamado que, sin embargo, no ha sido escuchado por Washington, dijo Díaz-Canel.
El presidente cubano calificó de "selectividad oportunista" la que anima la reunión de Los Ángeles, en concordancia con lo que ya sucedió en la primera de estas reuniones en 1994, en Miami.
Entonces el mandatario estadounidense, William Clinton, lanzó la iniciativa del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), criticado con dureza por Fidel Castro en ese mismo momento desde La Habana cuando recibía, por primera vez al comandante Hugo Chávez.
Díaz-Canel recordó que la intentona del ALCA fracasó un decenio después durante la llamada Cumbre de las Américas en Mar del Plata, Argentina, con la célebre consigna del propio presidente Chávez de Venezuela: "¡ALCA, ALCA, al carajo!".
En tales condiciones, refirió el presidente cubano, "Nos honra la exclusión" de la cumbre de Los Ángeles y agradeció a los presidentes de países latinoamericanos y primeros ministros caribeños que rechazaron también la exclusión de La Habana, Caracas y Managua de la cita.
En otro orden, el mandatario cubano criticó los temas seleccionados para la cumbre "por no referirse a problemas reales de la región" y advirtió que "si el desarrollo no drena hacia el sur, el subdesarrollo avanzará hacia el norte", lo cual es el principal motivo de la emigración irregular en el continente. Sin embargo, auguró, "no debe esperarse un resultado efectivo alguno" para el tema de la emigración.
Díaz-Canel esbozó la trayectoria estadounidense en materia de derechos humanos y criticó que con la misma "el Gobierno estadounidense se atreve a alegar que el criterio para invitar y excluir a los países del hemisferio de la reunión cumbre fueron los estándares de democracia y derechos humanos. El pretexto constituye un insulto a la inteligencia", afirmó.
"EE.UU. puede impedir la presencia de Cuba en Los Ángeles, pero no puede callar su voz porque Cuba es garante de la voz de los excluidos", dijo el mandatario, quien lamentó, asimismo, no poder tomar parte en la Cumbre de los Pueblos, cónclave que, a su juicio, reflejaría en sus discusiones los problemas verdaderos de la región y los desafíos del injerencismo estadounidense.
En esa dirección, afirmó que "los latinoamericanos y caribeños no nos consideramos 'patio trasero' ni 'patio delantero' de nadie. Es una noción que nos ofende y la rechazamos. Los tiempos han cambiado y nuestra América no acepta la imposición de los intereses del imperialismo".
El mandatario cubano terminó sus palabras con las palabras de José Martí en "Nuestra América", en 1889, "urge que el vecino (EE.UU.) conozca Nuestra América para que no la desdeñe".