EE.UU. descarta cualquier normalización de relaciones con el gobierno sirio
El gobierno estadounidense, a través de una de sus secretarias, subraya la necesidad de "utilizar todas nuestras herramientas, incluida la Ley César" para seguir presionando al presidente sirio, Bashar Al-Assad.
Barbara Leaf, secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Asuntos de Oriente Próximo, descartó cualquier normalización con el régimen del presidente sirio Bashar Al-Assad.
En su testimonio ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado el miércoles, Leaf dijo: "Quiero ser clara sobre lo que no hemos hecho en Siria, y lo que no haremos, que es: apoyar los esfuerzos para normalizar o rehabilitar a Bashar al-Assad; levantar las sanciones al régimen; o cambiar nuestra posición de oposición a la reconstrucción en Siria hasta que haya un progreso auténtico y duradero hacia una solución política."
"Bashar al-Assad y la camarilla que le rodea siguen siendo el mayor impedimento para ese objetivo", afirmó.
Sobre la situación humanitaria en Siria, inducida y agravada por la presencia de fuerzas de ocupación en suelo sirio como las de Estados Unidos, dijo: "Las necesidades humanitarias son mayores que nunca, agravadas por la pandemia de COVID-19, los niveles históricos de sequía, las décadas de mala gestión y la corrupción de Assad y sus compinches." Su declaración coincide con el abandono de Estados Unidos de Afganistán, que sufre en silencio.
Las "prioridades" de Estados Unidos en Siria
La Subsecretaria de Estado de EE.UU. para Asuntos de Oriente Próximo enumeró las prioridades de su país en Siria, que supuestamente incluyen "derrotar a Daesh y a Al-Qaeda, aumentar el acceso a la ayuda humanitaria, controlar la violencia preservando los acuerdos de alto el fuego y promover la rendición de cuentas por las atrocidades del régimen de Assad".
Se comprometió a seguir "utilizando todas nuestras herramientas, incluida la Ley César, para presionar al régimen de Assad."
Escalada turca
Leaf también destacó el fuerte apoyo a los esfuerzos del enviado especial de la ONU, Geir Pedersen, para encontrar una solución diplomática al conflicto.
"En cuanto al alto el fuego existente, me gustaría señalar que estamos profundamente preocupados por el reciente aumento de la retórica de Turquía sobre una posible escalada en el norte de Siria y hemos intensificado nuestros compromisos diplomáticos para tratar de seguir desescalando cualquier tensión", subrayó.
En una rueda de prensa celebrada la semana pasada, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, afirmó que Washington se opone a cualquier escalada en Siria, al tiempo que expresó el apoyo de su país a las líneas de fuego existentes que permiten combatir al Daesh en suelo sirio, según sus declaraciones.
"Seguimos llevando eficazmente la lucha a través de los socios para acabar con Daesh dentro de Siria, y no queremos ver nada que ponga en peligro los esfuerzos que se hacen para seguir manteniendo al Daesh en la caja en la que lo metimos", añadió Blinken.
"Influencia iraní" en Siria
Al refeirse a la influencia iraní en Siria, el diplomático estadounidense afirmó que las fuerzas iraníes, incluido el CGRI, así como Hizbullah y los grupos armados respaldados por Teherán, "amenazan la seguridad de nuestros aliados y socios, incluidos 'Israel' y Jordania, y desempeñan un papel desestabilizador en Siria".
Mientras tanto, los miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tanto demócratas como republicanos, denunciaron la falta de una estrategia clara de Estados Unidos en Siria.
Su presidente, el senador demócrata Bob Menéndez, animó a Estados Unidos y a la comunidad internacional a "hacer que Assad rinda cuentas por sus crímenes", y abogó por una "política estadounidense clara", aunque no se haya demostrado la veracidad de ninguno de los crímenes o atrocidades reivindicados por Al-Assad.
También criticó la normalización con el gobierno sirio. Y señaló que "refuerza la influencia de Irán y sus ataques a los países de la región".
Avergonza a EE.UU. acogida a Al Assad en naciones árabes
Leaf afirmó que se sintió "escandalizada" cuando los Emiratos Árabes Unidos dieron la bienvenida a Assad en marzo, durante su primera visita a un país árabe tras la guerra de Siria.
Cabe destacar que Siria envió una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, y al Consejo de Seguridad de la ONU sobre los crímenes de guerra de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en la ciudad de Raqqa en 2017, según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio en un comunicado difundido por SANA.
En su carta oficial a la ONU, el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio dijo que "ha llegado el momento de arrojar luz sobre esta cuestión humanitaria, política y legal."
"Fuentes oficiales estadounidenses han admitido el asesinato y las lesiones de 240 civiles en Raqqa en 38 incidentes diferentes", destacó el Ministerio.
Petróleo sirio robado
Por otra parte, equipos de ingenieros afiliados a la ocupación estadounidense y a sus aliados, sobre todo a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), llevaron a cabo operaciones de mantenimiento en varios pozos de petróleo cerca de la base de la ocupación estadounidense en el campo de gas sirio de Koniko, en el campo de Deir Ezzor, con el fin de rehabilitarlo y volver a ponerlo en producción.
El objetivo de esta medida es aumentar la producción de petróleo de las FDS, apoyadas por Estados Unidos, en vista de la crisis energética mundial.
El año pasado, la agencia rusa Sputnik obtuvo fotos y vídeos que documentaban el momento en que las fuerzas de ocupación estadounidenses operaron una columna de tanques cargados de petróleo sirio robado desde el territorio sirio hasta el norte de Iraq "a través del cruce ilegal de Al-Waleed en el campo de Hasakeh."
Las fuentes revelaron que había 25 camiones cisterna, acompañados de varios vehículos todoterreno equipados con varias ametralladoras pertenecientes a los militantes de las FDS. También añadió que cientos de vehículos y tanques del ejército estadounidense lo hacen a diario.