La administración del presidente Joe Biden confirmó en una audiencia a puerta cerrada el miércoles que Estados Unidos aumentaría las sanciones contra Irán "si es necesario", a medida que disminuyen las esperanzas de una vía diplomática sobre el programa nuclear de Teherán.

Funcionarios estadounidenses dijeron a por lo menos  los senadores que las sanciones existentes contra Irán se mantendrían.

Las afirmaciones, publicadas por el periódico Politico, se produjeron cuando los legisladores de ambos partidos presionaron a la administración Biden para que elaborara un plan alternativo  que "pudiera evitar que Irán se convierta en una potencia nuclear".

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Los senadores que asistieron a la sesión hablaron sobre una variedad de posibles próximos pasos para Estados Unidos, desde continuar la búsqueda de una solución diplomática hasta imponer nuevas sanciones y consultar con socios en la región, según el diario.

Si bien ningún funcionario del Departamento de Estado hizo comentarios sobre la sesión a puertas cerradas, el senador republicano Todd Young dijo que "no hay mucha claridad sobre el Plan (B) porque no hay muchas buenas opciones".

El senador Chris Murphy, uno de los mayores partidarios de la política de la administración Biden hacia Irán, dijo que para las personas que creen que una opción militar es posible, "simplemente no han estudiado los hechos sobre el terreno", y señaló que "la diplomacia es la única opción aplicable".

Hace unos días, el diario israelí Haaretz dijo que "los Estados Unidos se da cuenta de que tratar de reanudar las sanciones contra Irán acudiendo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es un paso inútil", y agregó: "Si se deja la mesa de negociaciones , esto conducirá al colapso de los contactos".