México: Migrantes piden respeto para sus derechos
Más de 2 mil personas de diferentes nacionalidades salieron el viernes de Tapachula hacia Huixtla, y en el camino se les unieron más indocumentados hasta sumar cuatro mil.
Un grupo de más de dos mil indocumentados de diferentes nacionalidades partieron el viernes de Tapachula y luego de 14 horas llegaron a las oficinas que el Instituto Nacional de Migración (INM) tiene en Cerro Gordo, a cuatro kilómetros de la cabecera municipal de Huixtla, donde debieron esperar para que comenzaran a entregarles los documentos para continuar hacia la frontera norte, publica el diario La Jornada.
Una venezolana que viaja con su esposo y tres hijos en la caravana de extranjeros que salió el viernes pasado de Tapachula hacia Huixtla, señaló que lo que piden es que respeten sus derechos.
Además, dijo que aunque las autoridades migratorias ya les habían entregado hasta ayer cerca de dos mil permisos, aún “otras dos mil personas” faltan por obtenerlos, y en el proceso, recalcó, la manera en que nos han tratado es “bastante deplorable, porque hay abusos y atropellos de las instituciones públicas que deberían garantizar el libre paso por el país”.
En el trayecto, según explicó, se fueron sumando más personas, hasta llegar a casi cuatro mil. “Lo que queremos es que nos otorguen los permisos y que nos dejen avanzar, que si ven caravanas les habiliten ambulancias y puntos de hidratación”, añadió.
“La mayoría de las veces lo que conseguimos de ellos (autoridades) son insultos, groserías. De verdad que es bastante triste. En mi caso yo viajo con mi esposo y tres hijos, a quienes les han vulnerado sus derechos. Aquí hay menores que no tienen comida ni qué beber; no disponemos de baños, hay niños que están enfermos y sin atención médica”, denunció.
También refirió que debido a las altas temperaturas, en el camino de 14 horas bajo el intenso sol, muchas mujeres y niños se desmayaron. “Había gente que nos quería brindar apoyo, pero los policías y agentes de migración los detenían y nos decían que si nosotros queríamos marchar, que camináramos”.
Manifestó que varios miles de personas que permanecieron ayer en las instalaciones migratorias de Cerro Gordo “durmieron en el piso, algunos bajo techo y otros a la intemperie, y nos mojamos. Nos trataron como animales”.
Recalcó que lo que piden, además de los documentos, es que los respeten. “Nosotros no somos delincuentes, somos personas que nos vimos obligadas a salir de nuestras ciudades de origen para buscarle calidad de vida para nuestras familias”, sostuvo.
En tanto, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, como Las Vanders, la Red Regional de Familias Migrantes y la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas Alaíde Foppa, de la Universidad Iberoamericana, exigieron a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se brinde protección, asistencia humanitaria y atención médica a los integrantes de la caravana que permanecen en Huixtla.