Estados Unidos rompe la posición unificada del Líbano hacia la demarcación de fronteras
Según informes, la ruptura se produce a partir de las declaraciones del canciller libanés, Abdullah Bouhabib, quien señaló que "cualquier acción fuera del marco de la responsabilidad del Estado es inaceptable", en referencia al lanzamiento de drones no armados de Hizbullah para monitorear la plataforma de Karish.
La posición libanesa unificada, comunicada el mes pasado al mediador estadounidense Amos Hochstein con respecto al expediente de demarcación de frontera, probablemente ya no lo sea.
Según informes, esto quedó de manifiesto la víspera, tras la reunión del presidente Najib Mikati y el ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Bouhabib, y la declaración de este último cuando expresó: "Cualquier acción fuera del marco de la responsabilidad del estado es inaceptable".
Añadió que las negociaciones en curso con los esfuerzos de Hochstein "han llegado a etapas avanzadas".
La sorprendente posición del primer ministro y su canciller se enmarca en un contexto que se inicia con el anuncio de la Resistencia libanesa, el pasado sábado, de haber lanzado tres drones hacia la plataforma de Karish, después que el enemigo anunciara su derribo.
Pronto estalló una batalla diplomática en Beirut, encabezada por la embajadora estadounidense Dorothy Shea y diplomáticos europeos que trabajaron para crear una atmósfera de intimidación en más de un nivel, pidiendo al gobierno que emitiera una posición condenando la operación. Parece que Mikati se sometió ayer, probablemente sin informar al presidente Michel Aoun.
Una fuente oficial confirmó al periódico libanés de Al-Akhbar que las autoridades libanesas involucradas, dentro y fuera del país, no trataron negativamente la operación de drones, y dijo: "Es cierto que el Líbano no declarará oficialmente su apoyo a esta operación, pero todos, sin excepción, saben que la operación fortalece la posición del negociador libanés".
Señaló que los tres presidentes (de la República, del Gobierno y del Parlamento) y otros funcionarios "se comunicaron con los líderes de Hizbullah en los últimos dos días y se aseguraron de que la Resistencia no quiere la guerra ni arrastrar al Líbano a una guerra, y está comprometida con la decisión final del gobierno sobre el demarcación de la frontera”.
También escucharon una garantía de que la Resistencia no permanecerá en silencio ante cualquier intento del enemigo de atacar los derechos del Líbano.
Un ministro interesado confirmó a Al-Akhbar que los estadounidenses dijero. que lo hecho por Hizbullah es una gran provocación. Asimismo, pidieron al gobierno libanés que debería tomar la iniciativa para condenarlo y evitar que acciones similares vuelvan a ocurrir.
Según una fuente oficial, la embajadora de EE.UU. escuchó las contrapreguntas de un funcionario libanés, entre ellas: “¿Qué pasa con las violaciones diarias por parte de 'Israel' del espacio aéreo libanés y su uso para llevar a cabo operaciones de bombardeo en Siria que provocan daños y perjuicios?”.
Por su parte, el presidente Nabih Berri informó que el enemigo es quien realiza provocaciones diarias contra el Líbano, utiliza el espacio aéreo libanés para atacar objetivos en Siria y declara que ha atacado objetivos militares pertenecientes a Hizbullah.
Sin embargo, en una situación que recuerda a la declaración de condena de la “invasión” rusa de Ucrania, que Mikati y Bouhabib emitieron individualmente el pasado mes de febrero, el Primer Ministro convocó al ministro de Relaciones Exteriores a consultas, antes de que quedara claro que el equipo de Mikati había preparado un comunicado de prensa "muy negativo", pero tal comunicado no se ha publicado, por lo tanto se bastaron con el anuncio de Bouhabib proporcionado después de la reunión de que la operación de drones es "inaceptable".
Al mismo tiempo, llamó a los estadounidenses a hacer esfuerzos para acelerar las negociaciones, no detenerlas, sobre todo porque se estima que el enviado Hochstein está actuando con lentitud y no pone las negociaciones entre sus máximas prioridades, o podría deliberadamente retrasar las negociaciones después de la operación, bajo el pretexto de la visita del presidente estadounidense Joe Biden a la región.