Aunque al rabino Baruch Lanner, un delincuente sexual convicto, no se le permitió entrar en Tel Aviv, grupos civiles afirman que unos 100 rabinos, profesores y otras figuras acusadas o condenadas por abusos sexuales han encontrado refugio en "Israel".

La ministra israelí del Interior, Ayelet Shaked, reveló que al rabino no se le concedería la "ciudadanía israelí", lo que provocó una oleada de alivio entre las mujeres que han sufrido abusos de Lanner en Estados Unidos. 

Sin embargo, Lanner, que fue condenado por abusar de una estudiante en 2002, tiene un "visado de residencia" israelí que le permite permanecer en "Israel" y que puede ser prorrogado repetidamente. 

"La punta del iceberg"

El colono israelí, Marcie Lenk, habló de su historia con el rabino. Explicó que cuando era dirigente de la Conferencia Nacional de la Juventud de las Sinagogas, sus quejas a los rabinos de alto nivel contra Lanner fueron ignoradas. 

Lenk se movilizó para testificar contra él en un tribunal religioso en 1989 y 11 años después fue una fuente en la revolucionaria exposición del New York Jewish Week. 

"La retirada de la ciudadanía es una declaración importante, pero es sobre todo simbólica, ya que Lanner podrá seguir viviendo y trabajando aquí. Sin un registro de depredadores sexuales, ¿cómo sabrá la gente que debe tener cuidado con él?", se preguntó. 

Shana Aaronson, que trabajaba para impedir la "inmigración" de Lanner en su calidad de directora ejecutiva de "Magen para las Comunidades Judías", describió al rabino como la "punta del iceberg". 

Según Aaronson, aunque sean delincuentes condenados, en "Israel" no existe ningún mecanismo para controlar sus movimientos o alertar al público.  

Otra mujer dijo: "No me siento cómoda con que Lanner viva en "Israel" y que no se nos notifique dónde vive, con la posibilidad de que se instale en mi barrio".

"Me preocupa que el próximo gobierno le conceda la ciudadanía o le prorrogue el visado; eso podría ocurrir con demasiada facilidad. Es inquietante", señaló. 

Muchas personas han pedido al Ministerio del Interior que no concediera la "ciudadanía israelí" a Lanner, que puede conservar su "estatus de residente". Sin embargo, la institución israelí no ha respondido a una solicitud de comentarios.