Yemen enfrenta hoy al mismo enemigo de la revolución de septiembre
El jefe del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi Al-Mashat, recordó que el vocabulario del fracaso, la dependencia y el patio trasero son los términos que vienen a la mente cada vez que los observadores abordan los resultados de las últimas décadas después de la revolución.
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El jefe del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi Al-Mashat.
El jefe del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi Al-Mashat, declaró que el país se enfrenta hoy al mismo enemigo extranjero que combatió la revolución del 26 de septiembre de 1962, lo que constituye una prueba de la prolongada conspiración contra los sueños y las esperanzas de los yemenitas.
Al recordar la fecha histórica, Al-Mashat señaló que el vocabulario del fracaso, la dependencia y el patio trasero son los términos que vienen a la mente cada vez que los observadores tratan los resultados de las últimas décadas después de la revolución.
"Las potencias extranjeras trabajaron en contra de cualquier proyecto que restaurara la revolución de septiembre y no permitieron que las luchas fueran fructíferas y se transformaran en una alegre realidad", dijo.
Respecto a la situación humanitaria del país, el máximo dirigente yemenita advirtió a la coalición saudita y sus cómplices sobre el peligro de no cooperar en el cumplimiento de las demandas de Saná, las cuales representan los derechos del pueblo de Yemen.
"No deseamos ninguna escalada ni complicación, pero es muy probable que ocurra si no encontramos personas cuerdas en la otra parte que compartan nuestra preocupación por la paz y el respeto a las demandas de nuestro pueblo", expresó.
También agregó que hablar de paz y seguridad no tiene ningún valor sin el debido respeto a los derechos de la nación y el pueblo yemenitas. Por tanto –aseveró–, adherirse al asedio a Yemen y despojarlo de sus riquezas se erigen en obstáculos para la paz y el fomento de la confianza.
Al-Mashat subrayó la necesidad de fortalecer el estado de conciencia nacional y política, y llamó a sacrificarse por el bien de la libertad e independencia de Yemen.
El pasado sábado, el canciller yemenita en el gobierno de Saná, Hisham Sharaf Abdullah, confirmó que el país no vive un conflicto interno o una guerra civil como los países agresores intentan mostrar al mundo, se trata –dijo– de una agresión militar y un bloqueo por tierra, mar y aire.