Cuba espera que Biden abra el juego
El gobierno de Joe Biden, aunque es menos belicoso que el de Trump, no ha tomado medidas importantes para normalizar las relaciones, incluyendo el mantenimiento de Cuba en la lista de vigilancia del terrorismo y del bloqueo, valoró el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
Cuba refrendó su voluntad de dialogar con Estados Unidos, nación de la que espera una disposición similar, afirmó el canciller de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, en una entrevista que divulgó este jueves el periódico The Hill.
"Lo que ha sido una lamentable sorpresa es que el presidente Biden siga aplicando, precisamente, las políticas adversas, abusivas, fracasadas, que no acercan a Estados Unidos a ningún resultado y que fueron heredadas del presidente Trump, que es la antípoda política del actual mandatario", agregó el jefe de la diplomacia cubana.
Rodríguez Parrilla, respondió a una pregunta formulada por el exasesor de la administración Obama, Ben Rhodes, sobre si los funcionarios cubanos "volverían a negociar algo con Estados Unidos después de esto".
"Tendremos que hacerlo, primero, porque hay una tendencia histórica que, en algún momento, nos obligará a restablecer el diálogo y levantar el bloqueo", apuntó.
Después de un histórico y controvertido impulso para normalizar las relaciones entre Washington y La Habana bajo el ex presidente Obama, la administración de Trump dio un giro de 180 grados, el más famoso al añadir a Cuba a una lista de estados patrocinadores del terrorismo, explicó The Hill.
El gobierno de Biden, aunque es menos hostil que el de Trump, no ha tomado medidas importantes para normalizar las relaciones, incluyendo el mantenimiento de Cuba en la lista de vigilancia del terrorismo, valoró el canciller a la influyente publicación especializada en temas del Congreso.
"No debemos esperar que el presidente Biden vuelva a las políticas del presidente Obama". Esperabamos que el actual Jefe de la Casa Blanca implementara su propia política, ajustada a su plataforma electoral, a sus compromisos con sus votantes, a la realidad actual de la situación internacional", dijo Rodríguez Parrilla.
Aun así, reconoció, el gobierno de Biden ha suavizado algunas de las políticas de su predecesor hacia Cuba, a pesar de la presión política interna, entre ellos la influencia de los sectores conservadores cubanoamericanos que mantienen a Cuba como rehén de su política y de sus intereses de negocios con el exilio en Miami, especialmente.
Joe Biden anunció en mayo pasado que se levantarían algunas restricciones de viaje a la isla, así como la reanudación del programa de Parole de reunificación familiar cubano, que agiliza la inmigración legal para los cubanos con familia en Estados Unidos.
También informó que el consulado de EE.UU. en La Habana reanudará la tramitación de visados para emigrantes en 2023 y la flexibilización de las restricciones a las remesas, es decir, el dinero que envían los residentes estadounidenses a sus familiares en la isla.
"Sin embargo, aún no se ha materializado en una decisión concreta, y siguen sin ocurrir esos dictámenes. Habría que preguntarse por qué", añadió el canciller cubano.
Rodríguez Parrilla ha visitado Washington en varias ocaciones. En 2015 reabrió allí la embajada cubana, uno de los mayores gestos simbólicos del periodo de acercamiento durante la administración Obama.
Aunque esos hitos parecen congelados en el pasado por ahora, Cuba y Estados Unidos colaboran en una serie de asuntos técnicos importantes. Por ejemplo, el gobierno cubano abrió rápidamente sus aeropuertos a los vuelos que se quedaron varados en el aire durante los ataques terroristas del 11 de septiembre; la isla ha permitido a menudo que los aviones militares estadounidenses cazatormentas entren en su espacio aéreo para la investigación de huracanes y Estados Unidos proporcionó asistencia técnica para la limpieza tras un incendio en una instalación de superpetroleros en Matanzas en agosto, recordó The Hill
"Hay un acuerdo de cooperación en temas medioambientales, incluyendo búsqueda y rescate en aguas comunes, que pasó una prueba de adversidad con el anterior gobierno republicano, pero que sigue vigente", dijo al respecto Rodríguez Parrilla.
"Es una relación muy intensa. Hay una profunda conexión cultural entre los dos países vecinos, también hay una historia compartida. Sin embargo, hay diferencias profundas y totalmente asimétricas", dijo Rodríguez Parrilla.
"La política del gobierno de Estados Unidos, históricamente, desde 1959, ha sido de hostilidad y agresión. Su elemento central es el bloqueo económico, comercial y financiero, que es el factor que decide la calidad de la relación bilateral", añadió.
Ambos países están separados por consideraciones políticas e ideológicas, de derechos humanos, entre otras, valoró The Hill.
Los funcionarios cubanos dicen que la pelota para reabrir las conversaciones está en la cancha de Estados Unidos. "Tenemos esa voluntad. Sin duda, el gobierno de Estados Unidos tendrá que mostrar una voluntad similar. Y al final tendremos que juzgar en base a actos tangibles", dijo Rodríguez Parrilla.
"Pero ya ocurrió una vez, lo que demuestra que es posible y que es beneficioso. Estoy seguro de que la tendencia histórica lleva a eso: hay que cambiar una política que ha fracasado durante 60 años", remarcó el jefe de la diplomacia antillana.